PaperPhone, el móvil flexible

Ya se están dando los primeros pasos para el nacimiento de un nuevo ‘gadget’ que hará las delicias de los adictos a los dispositivos móviles.

Publicado el 30 May 2011

Cuando todavía estamos adaptándonos a la llegada de los libros electrónicos, ya se están dando los primeros pasos para el nacimiento de un nuevo ‘gadget’ que hará las delicias de los adictos a los dispositivos móviles. Se trata del PaperPhone, un teléfono móvil con pantalla flexible cuyo prototipo se presentó el pasado 10 de mayo en el marco del evento Computación Computer Human Interaction (CHI) 2011, celebrado en Vancouver, por un equipo de investigadores procedente de la Universidad de Queen en Ontario (Canadá) y la Universidad de Arizona. El PaperPhone cuenta con una pantalla e-ink de 9,5 centímetros que, similar a la de los libros electrónicos, es sensible a un puntero, y ofrece todas las funcionalidades básicas de un teléfono móvil, con la llamativa particularidad de que utiliza como interfaz justamente su flexibilidad. De hecho, el punto de partida para el desarrollo de este prototipo radica en las potenciales posibilidades que abren este tipo de pantallas, las cuales son objeto de investigación desde hace prácticamente una década. Y es que, dotado de sensores que identifican si la pantalla se encuentra o no doblada, el PaperPhone permite realizar diferentes funciones, de modo que, por ejemplo, si se curva en el antebrazo visualiza archivos multimedia y si, por el contrario, se mantiene en posición horizontal, permite la escritura con un puntero en el bloc de notas y, en base a ese principio, podrían definirse funciones para la flexión de la esquina superior izquierda, inferior derecha, etc.
Justamente, el prototipo del PaperPhone se está utilizando en la actualidad para realizar los estudios necesarios de los gestos más habituales, de forma que una flexión específica de la hoja electrónica se asocie a determinada orden y el usuario pueda construir así su particular vocabulario de gestos. Para ello, el PaperPhone se mantiene conectado a un ordenador con un software que analiza su utilización por parte del usuario. En el marco de la investigación se han seleccionado un total de 87 de acciones de 10 participantes para estudiar su adecuación a más de 20 acciones en 5 aplicaciones, y las primeras conclusiones indican que los usuarios son más proclives a aquellos gestos más simples y que exigen menor esfuerzo físico. Así y con la ventaja que implica el parecido que existe entre las pantallas flexibles y el papel, los investigadores creen que, si bien las pantallas rígidas continuarán siendo predominantes debido a su eficiencia en términos de interacción, es posible que en un futuro las pantallas flexibles alcancen un grado de adopción masiva.
No obstante, para que eso ocurra tendrán que pasar bastantes años; de hecho, los creadores del PaperPhone estiman que no estará disponible en el mercado hasta dentro de cinco o 10 años. Pero, si como decía Gardel, 20 años no es nada, la próxima década está, como quien dice, a la vuelta de la esquina. Y el momento parece propicio teniendo en cuenta, como revela un reciente estudio Gartner, que el tiempo que las personas destinan actualmente a la lectura en una pantalla digital es prácticamente el mismo que dedican a la lectura en papel impreso. Eso sí, no hay que olvidar, como refleja el trabajo de la consultora, que los grupos de edad más jóvenes están más adaptados y son más proclives que los usuarios de mayor edad a la lectura en pantallas. Quizás la flexibilidad sirva de puente para esta nueva brecha digital.

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Redacción

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