Internet móvil: ¿amenaza u oportunidad para las operadoras de comunicaciones fijas?

José Manuel Armada, director de Ingeniería de Clientes de Interoute Iberia, comenta los riesgos para los operadores móviles e incide en la necesidad de racionalizar los costes de la conectividad de red.

Publicado el 05 Dic 2012

Se estima que entre 2008 y 2015 el volumen de tráfico de datos va a multiplicarse por 25, mientras que en ese mismo período los ingresos de las operadoras apenas van a duplicarse. El recrudecimiento de la competencia en productos y tarifas dentro del sector de las comunicaciones móviles está haciendo imposible que la facturación media por abonado (ARPU) pueda seguir el mismo ritmo.

Tal desfase presagia notables riesgos para los operadores móviles e incide sobremanera en la necesidad de racionalizar los costes de la conectividad de red, empezando por las estaciones base y continuando por todos los elementos que componen la topología de una red de telefonía móvil. Cualquier error estratégico en este aspecto no hará sino acrecentar la presión sobre los márgenes y los beneficios.

Externalizar en operadores especializados en infraestructura de líneas fijas y fibra óptica la red troncal que enlaza las estaciones base con los centros de conmutación de servicios móviles (MSCs) puede suponer un importante ahorro económico para los operadores de móviles, y permitirles centrar más sus esfuerzos en la atención a sus clientes finales.

En diversos países de nuestro entorno, la externalización de la red troncal constituye un factor fundamental del modelo de negocio de un operador de móviles y, aunque los motivos que determinan la elección de la parte del negocio que se opta por subcontratar pueden ser diversos, los modelos derivados de esta idea plantean interesantes interrogantes sobre de la previsible evolución del mercado europeo en la próxima década.

Desde la experiencia vemos que los operadores de líneas fijas cuentan con una trayectoria considerable en la explotación de grandes redes de datos optimizadas en costes. Este modelo puede aplicarse también a los operadores móviles que se enfrentan a una demanda de servicios de datos que no deja de crecer.

Para los operadores móviles, tan importante como centrarse en explotar nuevas oportunidades de negocio es la necesidad de controlar lo que les cuesta su infraestructura, tanto en términos de inversiones en inmovilizado como de costes de explotación. El foco de esta atención comienza en la estación base, y va propagándose por toda la cadena de producción del operador móvil, hasta llegar a la red troncal.

Estas previsiones de crecimiento exponencial en el volumen de datos están haciendo necesarias grandes ampliaciones en toda la cadena de conectividad del operador móvil y generarán una demanda cada vez mayor de servicios de enlaces de conectividad final (“backhauls“) a través de líneas fijas, tanto para estaciones base como para centros de conmutación de servicios móviles (MSC). Ante esta situación, ¿compensa todavía a los operadores móviles seguir encargándose de la gestión, tanto en términos económicos como estratégicos, de todos y cada uno de los componentes de la topología de sus redes móviles? Si se pretende optimizar el coste de la red y a la vez mantener los márgenes de beneficio, hay que plantearse nuevos modelos de explotación.

La externalización de redes está ganando aceptación día tras día. Por ejemplo, toda la informática de Bharti Airtel está subcontratada a IBM, la explotación de sus redes móviles corre a cargo de Ericsson y NSN y la atención del cliente está externalizada en IBM y en otras empresas indias. Así Bharti Airtel consigue delegar en otro proveedor gran parte del riesgo que conlleva dar respuesta al imparable crecimiento de la demanda de tráfico y puede centrarse en el marketing y la estrategia. Con este modelo, se calcula que sus costes de explotación se han reducido un 17% con respecto al gasto de desplegar y explotar su propia red.

Los operadores tienen más clara su visión estratégica. Les interesa centrarse en sus competencias clave, en lugar de diluir esfuerzos gestionando redes de transmisión que podrían distraerles de su actividad principal. También está claro que los operadores de líneas fijas que han sobrevivido en la última década han sabido lograr un nivel óptimo de control y aquilatar sus costes.

Para numerosos operadores móviles se abre ahora un período de turbulencias que les hará enfrentarse a muchas dificultades asociadas al control de redes y costes, turbulencias con las que los operadores fijos llevan años lidiando. Por eso tienen la oportunidad de beneficiarse de las nuevas sinergias que están apareciendo en el mercado de líneas fijas, planteándose soluciones más económicas para sus redes de datos y en plazos mucho más cortos de los que eran habituales cuando se desencadenó la primera crisis.

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Redacción

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