Ventajas de un operador convencional
José Manuel Huidobro es vicepresidente de AITME
Los Operadores Móviles de Red (OMR) han vivido muy tranquilos durante muchos años, viendo como aumentaban sus clientes y consiguiendo sustanciales ingresos y beneficios, pero esta situación cambió hace unos pocos años con la irrupción de los Operadores Móviles Virtuales (OMV) que, si bien, en un principio no les causaron un gran perjuicio, ahora, con la crisis generalizada que estamos viviendo, cuando los usuarios buscan las mejores ofertas con la intención de reducir sus gastos, la situación es muy distinta y les están quitando una parte importante de mercado. De hecho, en España, la cuota de mercado de los OMV ha pasado del 1% en enero del 2008 al 10% actual. La principal baza que juegan los OMV para captar clientes es la del precio (reducido), pero a costa de ofrecer una menor oferta de servicios y, en consecuencia, planes de tarifas muy sencillos (simplicidad), pero una peor atención al cliente, aunque no siempre es así. Hay que tener en cuenta que los OMV se soportan siempre sobre las redes de acceso radio de los OMR, por lo que, al igual que sucede con el ADSL si no se dispone de red de acceso propia, hay una dependencia directa entre ambos y, evidentemente, los OMV no pueden definir una política de despliegue de red ni ofrecer algo de lo que los OMR no disponen, en todo caso menos. Hay muchos usuarios que no necesitan servicios avanzados, a los que solamente les importa el precio, por lo que los OMV encuentran nichos de mercado a los que acudir, y ahí es en lo que se enfocan; en cambio, los OMR se dirigen a todo tipo de público y, por tanto tienen que disponer de una oferta mucho más amplia. La diferencia de precios cada vez es menos importante, ya que se va reduciendo, por lo que más pronto que tarde dejará de ser una ventaja para los OMV. Por otra parte, la cantidad de servicios y la calidad del servicio son dos elementos diferenciadores que juegan a favor de los OMR, puntos en los que ningún OMV puede competir, dada sus limitaciones de recursos y de red. Disponiendo de una red propia, los OMR pueden ofrecer multitud de servicios, con calidad de servicio (QoS) diferenciada y cobrar por ello, no replicables por los OMV. Otra ventaja esencial de los OMR es que casi todos ellos ofrecen servicios fijos, móviles y de banda ancha para el acceso a Internet, por lo que la convergencia de servicios y una factura integrada es, para muchos usuarios, una ventaja que no pueden encontrar en la mayoría de los OMV.
OMV, una historia de éxito
Manuel España Maroñas es director de Telecom & Utilities de Neoris EMEA
Mes a mes, los Operadores Móviles Virtuales o MVNO (del inglés Mobile Virtual Network Operator), están afianzando su crecimiento en el mercado español. Según el informe del tercer trimestre de 2012 de la CMT, estos operadores suponen ya el 8,8% de las líneas móviles que hay en España, dato que es aún mayor si nos fijamos en el tráfico de minutos, superando el 10% del total. La historia de estos operadores se remonta a 1999 cuando Euskaltel comenzó a ofrecer servicios móviles sin disponer de red móvil propia, aunque realmente fue Carrefour Móvil quien en Octubre de 2006 se convirtió en el primer MVNO tras la regulación de este mercado. Desde entonces, hemos visto cómo las tarifas para el cliente final han ido cayendo de forma continuada. Hemos asistido al nacimiento de productos impensables hace años, como la tarifa plana. También hemos sido testigos de cómo hoy los usuarios se sienten mucho más libres para cambiar de operador de telefonía, gracias a la progresiva evolución de los modelos y plazos de portabilidad móvil en España. Aunque la inmensa mayoría de los MVNO españoles se ha centrado en la reducción del precio, algunos se han especializado para ofrecer un valor diferencial, bien por target, bien por tecnología o bien por modelo de prestación de servicios. Avances como la capacidad de “autogestión vía web”, han aparecido de la mano de estos nuevos jugadores, actuando como reclamo para aquellos clientes menos tradicionales y más tecnológicos. Y es evidente que el modelo funciona, porque son las propias operadoras móviles de red o MNO (del inglés Mobile Network Operator), las que hoy fijan los ojos en los MVNO con posición compradora. El nivel de capilaridad en la segmentación que han conseguido los virtuales es muy superior al de los operadores de red, históricamente centrados en el volumen, “el gran público” y con ofertas mucho más genéricas y menos diferenciadas. La evolución futura de estos MVNO es incierta, en parte por las noticias sobre cambios inminentes en la regulación, en parte porque han centrado tanto la pelea en el precio que, a estas alturas, se hace cada vez más complicada una mínima diferenciación en este aspecto. En la medida en que los operadores de red mantengan su actual posición conservadora, los operadores virtuales tendrán un futuro exitoso en nuestro mercado.