“La adquisición por ONO por parte de Vodafone marca un hito clave en el mercado de las telecomunicaciones español: el de arranque de un proceso de consolidación que permita afrontar los desafíos de mercado existentes. La bajada continuada de ingresos y rentabilidad, la fragmentación del mercado y los nuevos paquetes convergentes fijo-móvil que permiten a los clientes optimizar aún más su gasto en telecomunicaciones, están detrás de este proceso de concentración que debe dar lugar a un volumen de actores menor, con mayor volumen crítico y con unas capacidades más balanceadas de cara a la convergencia. Precisamente la evolución del mercado hacia la convergencia fijo/móvil ha supuesto para operadores como Vodafone un desafío importante en la medida que obliga a potenciar y construir nuevas capacidades en el mundo del negocio fijo que implican, tanto inversiones muy cuantiosas de despliegue de red, como tiempos prolongados de cara a la ejecución de la misma. Este último factor implica un riesgo importante de pérdida de las ventanas de oportunidad correspondientes dada la aceleración del despliegue acometido por Telefónica.
La adquisición de Ono por parte de Vodafone sirve a la operadora para atajar de una forma rápida y efectiva esta problemática. Se trata de una operación con una clara ecuación de valor dada la complementariedad de oferta e infraestructuras, las sinergias a realizar tanto en operaciones como en inversiones futuras y el potencial que ofrece de cara a acelerar el crecimiento de la nueva compañía en España. El acceso a los más de 7 millones de hogares pasados de fibra de Ono convierte a la nueva compañía en un operador convergente de primera magnitud”.