La fibra óptica discrimina a los pequeños municipios de España

Según Comparaiso, en un año su implantación ha crecido un 140%, pero su despliegue se ha centrado sobre todo en ciudades con más de 500.000 habitantes.

Publicado el 26 Nov 2014

Fibra óptica

La fibra óptica se ha convertido, en los últimos meses, en un auténtico objeto de deseo para muchos españoles en el campo de las telecomunicaciones. Sin embargo, y pese al incremento que ha experimentado su implantación en el último año, con un crecimiento de un 140%, los consumidores que vivan en ciudades con menos de 500.000 habitantes es difícil que puedan disponer de esta tecnología a corto plazo, y además pagarán por su conexión casi lo mismo recibiendo muchas menos prestaciones. Comparaiso.es analiza las desigualdades de esta revolucionaria tecnología en España y ofrece seis consejos para que estos millones de consumidores olvidados puedan disponer de la mejor conexión posible a la espera de la llegada de la fibra óptica.

Que la sociedad española quiere disponer de fibra óptica queda de manifiesto al comprobar que en el periodo septiembre 2013-2014 el número de líneas ha pasado de 509.316 a 1.222.163, un crecimiento de un 140%. Sin embargo, hasta el momento es patrimonio de municipios con más de 500.000 habitantes, con un 86,2% de hogares con acceso a esta tecnología, seguido muy de lejos por las ciudades de entre 100.001 y 500.000 ciudadanos (31,4%) y las localidades con una población en la horquilla 50.001-100.000 (20,2%), según el Informe Cobertura Banda Ancha 2014 del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

Consumidores olvidados
Es decir, que en las pocas ciudades españolas de más de medio millón de habitantes nueve de cada diez hogares tienen fibra, pero en cuanto las localidades son un poco más pequeñas, la proporción se reduce a uno, dos o tres de cada diez. Pero lo peor es que los consumidores que vivan en municipios de menos de mil habitantes, de momento pueden olvidarse de la fibra óptica: directamente, no hay. A ello se suma que tienen que conformarse con instalaciones hasta diez veces peores que ofrecen muchas menos prestaciones, pero prácticamente al mismo precio que la fibra óptica. Son los auténticos consumidores olvidados.

Una vez más, una parte importante de los consumidores españoles de telefonía se ve seriamente perjudicada al no tener la posibilidad de disponer, a corto plazo, de una tecnología tan catalizadora a nivel económico y social como la fibra óptica”, afirma Alicia Navas, Country Manager de Comparaiso.es en España. “El Plan de telecomunicaciones y redes ultrarrápidas de la Agenda Digital para España tiene entre sus principales objetivos que para 2020 el 50% de los hogares estén abonados a conexiones que puedan ofrecer más de 100 megas de velocidad. Pero en Comparaiso.es mucho nos tememos que el otro 50% va a ser el de casi siempre en el campo de las telecomunicaciones: el grupo de habitantes de pequeños municipios. Sin duda, los auténticos consumidores olvidados”.

Alta velocidad, precios competitivos
Las razones de la cada vez mayor demanda de la fibra óptica están claras. La más importante es la posibilidad de alcanzar elevadas velocidades de descarga, de más de cien megas, muy por encima de las habituales conexiones de 10 ó 20 megas, y a precios competitivos. Además, una conexión de fibra asegura recibir la velocidad contratada, mientras que en las conexiones de tipo xDSL, según el estado de la línea, la velocidad real puede ser menos de la mitad de lo ofertado. La fibra óptica es perfecta para ver vídeos en alta definición sin interrupciones y permite velocidades de subida más altas, lo que favorece que los usuarios puedan compartir sus fotos y vídeos más rápidamente. Sin embargo, la fibra óptica aún es un sueño tecnológico para millones de españoles, que confían en un mayor y más rápido despliegue en los próximos meses.

Según datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, en su Informe de Cobertura de Banda Ancha 2014, un 18% de la población española ni siquiera tiene acceso de Internet de diez megas. La fibra óptica, que en la actualidad alcanza un 26,3% de hogares, parece patrimonio únicamente de las seis ciudades españolas que cuentan con más de 500.000 habitantes. Por el contrario, en comunidades como Cantabria, La Rioja y las dos Castillas la implantación de la fibra es, a día de hoy, prácticamente testimonial.

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Redacción Computing

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