Este año 2018 es el del Perro, según el calendario lunar chino, al que define como “un ser dedicado al trabajo, honesto, confiable, diligente…”. El país asiático, fiel a sus tradiciones, no deja de lado estas señales y ve cómo arraigan en su sociedad; el resultado, una evolución que hace, por ejemplo, que su PIB anual esté creciendo durante estos últimos años en una media del 7%.
Ahora, además, ante el temor de envejecimiento de la población, se prepara para eliminar por completo las limitaciones al número de hijos por familia. Sin duda, nos encontramos ante una etapa de total transformación. Y si hablamos de tecnología, vemos cómo la ciudad de Shenzhen se ha mimetizado a ritmos agigantados como la meca de las TIC hasta convertirse en el Silicon Valley asiático.
Bajo este paraguas sobresalen, como si fuera la punta de un iceberg, los últimos datos relativos a las ventas mundiales de smartphones; las marcas chinas ya acaparan un tercio del global de unidades vendidas en medio de una tendencia claramente alcista. Huawei sobrepasa a Apple por primera vez en su historia, mientras que en estos últimos meses Xiaomi y Oppo han oficializado su entrada en Europa. 2019 -el año del Cerdo en China- marca un “periodo de auge económico y de felicidad”. El futuro parece que está en sus manos.