Un entorno donde el trabajador pueda establecer una comunicación de máxima calidad con todas las partes de la empresa, acceder a la totalidad de los datos y sistemas de forma instantánea, ejecutar cualquier tarea que le sea precisa, en cualquier momento y lugar; en definitiva, un entorno donde el empleado se sienta a gusto trabajando, esa es la definición perfecta de digital workplace, -o workspace como muchos prefieren llamarlo-. Por todos es sabido que un empleado feliz es un empleado comprometido con la empresa. Pero, ¿qué están haciendo las compañías para hacer felices a sus trabajadores? ¿Cómo están creando estos entornos ideales de trabajo? En el encuentro sobre digital workplace y movilidad organizado por Computing, con la colaboración de HP e IaaS365, profesionales de diversas organizaciones han hablado de cómo están rompiendo las cadenas que les atan al escritorio de su oficina y todas las novedades y riesgos que ello conlleva.
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La nube fue la tecnología que primero se nombró en el encuentro al ser la “impulsora indiscutible” de las innovadoras formas de trabajo que están calando en las compañías. La cloud ha traído consigo incluso nuevos modelos de adquirir tecnología, como es el pago por uso, y ha facilitado “enormemente” la movilidad, es decir: el puesto de trabajo abierto y no asignado a un lugar fijo; el horario flexible, las múltiples formas de acceso a los datos y aplicaciones… y todo ello ha repercutido en la vida personal de los empleados gracias a la conciliación. Así, la consecución del digital workplace es una cuestión de método de trabajo y organizacional, pero viene, en gran medida, respaldada por la tecnología.
Pero, ¿se podría evolucionar a nuevas y mejores formas de trabajar sin contar con la ubicuidad y potencialidad de la nube? La respuesta que dieron los asistentes es “sí”, de hecho, “los entornos virtualizados ya existían antes de la nube; pero acarrearía tantos procesos que, el trabajo, más que simplificarse se duplicaría y no merecería la pena”. Al fin y al cabo, el dispositivo que se utilice para realizar el trabajo da igual, –“actualmente todos los dispositivos están sobradamente capacitados”-, lo importante es el rediseño de las aplicaciones para que se pueda acceder a ellas desde cualquiera de los dispositivos; y en este sentido, “el alojamiento en la cloud ha supuesto avanzar a pasos de gigante”.
La ley de control horario es anacrónica y supone un torpedo directo a la línea de flotación de la conciliación y el trabajo flexible
No obstante, según el sector en el que se opere, la movilidad es más o menos factible. Así, en hostelería o turismo, el trabajo presencial es de carácter obligatorio, “de ahí que sean algunos de los ámbitos que menos partido le sacan, por ejemplo, a la cloud; valiéndose, en el caso de turismo, de tan solo un 16% de su potencial”. Sin embargo, otros sectores como el comercial, donde la ubicuidad es un “must”, abrazan estas tecnologías “sin pensárselo dos veces”.