Desde el punto de vista de la demanda, la Administración Pública se enfrenta a un año importante, pues tiene que ejecutar el gran proyecto de implementar de infraestructura necesaria para seguir dando el servicio público, pero a través del teletrabajo. Aunque la administración central ha sabido adaptarse a esta situación con la compra de ordenadores portátiles, no ha completado el proceso más que un 50%; el resto, tendrá que finalizarlo durante 2021, incluyendo dispositivos y software especialmente indicados para el trabajo en remoto.
Los tiempos están cambiando a una velocidad de vértigo. La llamada transformación digital ya es una realidad derivada de los últimos acontecimientos socioeconómicos surgidos de la pandemia. Por ello, merece la pena analizar la situación actual en el marco tecnológico, tanto desde la perspectiva de la administración pública como de la empresa privada
Si la administración central ha hecho en parte sus deberes, las autonomías aún tendrán que esforzarse más por llevar a cabo este proceso. Las administraciones autonómicas y locales tan sólo han dado este paso en un 25% por lo cual, durante 2021 veremos cómo acelera el volumen de compra para dar respuesta a los funcionarios que deben adaptarse a la nueva situación.
Además, el sector de la Educación que ha dado pasos importantes en el proceso de modernización y transformación, este año dotará de cientos de miles de ordenadores y equipos informáticos a los colegios públicos y concertados. Las clases continúan online en muchos de ellos y el estado va a facilitar a muchas familias con pocos recursos los medios que permitan continuar con la educación de sus hijos de forma remota.
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Hacia la movilidad híbrida en la empresa privada
Por otro lado, las grandes empresas privadas han sabido abordar el teletrabajo con tiempo y de forma efectiva, si bien se enfrentan ahora a un nuevo reto: dotar de los medios a sus trabajadores para poder desarrollar sus funciones de manera híbrida. Esto es, las grandes compañías están apostando por una nueva fórmula de workplace que se centra en trabajar dentro y fuera de la oficina. Por tanto, la movilidad y la seguridad informática tendrán mayor peso en las decisiones corporativas de los consejos de administración.
Sin embargo, es en las pymes donde encontramos mayor desigualdad. Algunas de ellas son conscientes de la necesidad del teletrabajo y están cambiando sus entornos TIC para el trabajo en remoto. Pero otras muchas, como son las del sector turismo y hostelería, van a tener que capacitarse para superar su delicada situación, virando hacia una transformación tecnológica más profunda.
Abordar la fuerte demanda
Otro punto importante a destacar en este recorrido sobre la situación actual del mercado, es la problemática del suministro. Según los últimos datos, la demanda va a triplicar la oferta, por lo que surgirán problemas de suministro y fechas de entrega. El causante de ello no es sólo el sector TIC, sino también el de la electrónica de consumo, pues cada vez un mayor número de dispositivos equipan memorias y procesadores, desde las televisiones hasta los coches.
Para finalizar esta mirada global, no podemos dejar de mencionar ese nuevo concepto de workplace, que es la base de la transformación digital. Ahora, la ciberseguridad y el PC toman especial relevancia, pues las organizaciones tienen que ofrecer continuidad y seguridad a los empleados que trabajan fuera del entorno de la oficina. Esto trae consigo una mayor inversión en materia de ciberseguridad, pero igualmente en infraestructura de movilidad del puesto de trabajo. Es difícil entender por qué se gastan alegremente hasta 1.000 euros en un teléfono móvil, pero se invierte menos en el PC, que a la postre es el dispositivo que te permite trabajar, estudiar y, en definitiva, mantenerte conectado al mundo.