Coincidiendo con la comunicación de los resultados correspondientes al segundo trimestre de su ejercicio 2005, Broadvisión anunció su adquisición por parte de la firma privada de inversión, Vector Capital, por 29 millones de dólares, un montante equivalente a un precio de 0,84 dólares por acción y muy inferior a los 400 millones de dólares en que la compañía llegó a estar valorada a finales de 2000.
BroadVision, que desde principios de año ha mantenido conversaciones con más de 25 partners estratégicos y firmas de inversiones, era consciente de que su comportamiento en los últimos meses la colocaría en una situación difícil a la hora de cumplir con sus obligaciones financieras. La compañía consiguió en noviembre del pasado año 16 millones de dólares en efectivo a través de la emisión de acciones convertibles a ciertos inversores y la reducción en un 22 por ciento de su fuerza de trabajo anunciada a principios de julio la enfrentaban a unas cargas fiscales de 1.300 millones de dólares. Si a estas circunstancias se añade que sus ingresos por venta de licencias en el segundo trimestre fueron de 3,4 millones de dólares, es decir, menos de la mitad de los obtenidos en el mismo trimestre de 2004; y que sus ingresos en ese periodo -15,5 millones de dólares- estaban por debajo de sus previsiones, la venta parece inevitable.
La operación ha reavivado el rumor de una posible suspensión de las operaciones de BroadVision en Europa que despertó la salida, antes del verano, del que fuera su director general en España desde principios de 2004, Enrique Savater. No obstante, a las preguntas de este semanario, Manuel Órtiz, director técnico de Broadvision en España y máximo responsable del proyecto de su cliente estrella Iberia-, señaló que “aunque se está replanteando una reestructuración organizativa importante, no se van a cerrar operaciones ni en España ni en Europa”.
De acuerdo con Broadvision, su tecnología y base de clientes, combinadas con el soporte financiero de Vector Capital, la permitirá mantenerse a flote en este cambiante segmento de mercado ajena al escrutinio de Wall Street. “Prevemos trabajar estrechamente con Vector para implementar la próxima fase de nuestra estrategia y mejorar nuestra oferta de productos y servicios para servir lo mejor posible a nuestros clientes”, afirmó el presidente y CEO de BroadVision, Pehong Chen.
Tras la compra de Broadvision, que se suma a la de Blue Martini Software por parte de Golden Gate Capital a principios de año, ATG permanece como el único proveedor de una plataforma de e-commerce con carácter público en los EEUU.
Esta realidad revela, de acuerdo con Forrester, un giro en una industria que mantendrá un crecimiento lento pero constante. La consultora pronostica que este mercado pasará de significar 1.200 millones en 2003 a generar 1.400 millones en 2008 y que su futuro pasa por la fórmula ASP ante incapacidad de la demanda de soluciones basadas en el modelo tradicional de licencias para mantener el negocio de los proveedores supervivientes al estallido de la burbuja puntocom.