Cambio de modelo

Javier Fernández Verdejo, socio-director de PROFit

Publicado el 28 Oct 2005

El proceso de concentración que experimenta el sector de las TI tiene sus causas no solo en el descenso de la inversión tecnológica sufrida en los cuatro últimos ejercicios sino también su mayor madurez y complejidad. El bache económico ha sacado lo mejor y lo peor de cada organización, la gran oferta existente ha ido ajustándose paulatinamente a las verdaderas necesidades tecnológicas y el obligado descenso de precios, más acusados en el segmento de servicios y software, ha tenido su repercusión en los resultados interanuales de prácticamente todas las organizaciones, con crecimientos en el mejor de casos, de un sólo dígito.

La consecuencia: desaparición del tejido compuesto por las firmas menos competitivas; una concentración que suele ser conyuntural y reversible en momentos de mayor bonanza.

Independientemente de la gran influencia que la crisis ha tenido en el sector, lo cierto es que éste venía dando signos de que algo estaba cambando. Hemos pasado del periodo de incertidumbre al de la transformación.

Este nuevo periodo está afectando tanto a la demanda como a la oferta de tecnología. En el entorno corporativo, los principales demandantes de soluciones TI han centrado sus esfuerzos en alcanzar una mayor eficiencia de su entorno tecnológico a través de la mejora de su gestión, de la búsqueda de talento, de un mayor análisis del riesgo y una creciente cesión, a sus proveedores, de las responsabilidades en cuanto a la consecución de los objetivos de los proyectos. Y es que a estas alturas parare claro que la inversión en innovación tecnológica no es suficiente `per se´ para producir un incremento de la ventaja competitiva de las compañías. La tecnología comienza a estar al servicio de los negocios, no al contrario.

Los servicios con el outsourcing se han convertido en la verdadera piedra angular sobre la que se sustenta gran parte del mercado tecnológico orientado a organizaciones y pymes. Este nuevo enfoque ha producido que los proyectos sean cada vez de mayor calado, complejos y con un mayor número de profesionales involucrados. Afrontar estos nuevos retos resulta inalcanzable para las pequeñas o medianas organizaciones. De hecho, a este tipo de empresas no les queda otra solución que la especialización bien por nichos de negocio bien tecnológica. El mercado por lo tanto ha fomentado un tipo de concentración más estructural que continua alimentándose en un entorno de mercado más saneado y dinámico como el que vivimos.

En global, la mejora de la situación económica ha favorecido la recuperación económica de las empresas, éstas se encuentran con una mayor liquidez y rentabilidad y busquen satisfacer objetos estratégicos entre los que habitualmente se encuentran; la consecución crecimientos orgánicos superiores a los que obtendrían con las actuales tasas del mercado, estables pero no excesivamente significativos, la expansión territorial, el refuerzo de sectores estratégicos y la mejora de la posición competitiva, una mayor orientación hacia servicios, la búsqueda de soluciones complementarias y la ampliación o diversificación del portfolio.

Observamos no sólo cómo va desapareciendo el tejido de las medianas compañías sino como las grandes comienzan a interesarse por otras de su mismo tamaño, incluso, y esto sí es algo menos frecuente, que medianas compañías, con gran liquidez, cierren acuerdos de compra de otras de mayor tamaño.

La reversibilidad de la situación dependerá de la economía global y más concretamente del incremento de inversiones dentro del sector tecnológico. Todo a punta a que el proceso de concentración seguirá al menos durante el 2007 periodo en el que la estabilidad del mercado podría dar una nueva oportunidad al nacimiento de nuevas compañías.

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Redacción Computing

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