¿Está en penumbra el mercado tecnológico?
Si nos comparamos con la luz de los 80 y 90, estamos en penumbra. Y además, creo que no hay grandes novedades en el sector en los últimos años que tiren de la demanda; igual que alrededor del mainframe en su momento se generó una industria, hubo mucho dinero con el mundo del PC, también alrededor de lo que significó el ERP y con el nacimiento de Internet. Ahora no estamos viendo algo nuevo por parte de la oferta.
¿Cuál es la tecnología que puede significar un avance para el modelo productivo?
Si nos detenemos en dos productos del mundo del consumo como son el iPod y Google como servicio, se ve que hay que invertir en tecnología sencilla, fácil de utilizar y sin riesgos en las implantaciones; y que ayuden a simplificar la complejidad en la que estamos.
Un ejemplo es la industria del automóvil. Los coches tienen dentro mucha tecnología pero nadie se lee el manual y el usuario sale conduciéndolo; y eso es porque esta industria ha madurado. Y en TIC hay mucho dinero, complejidad y pérdida de productividad; y nos seguimos sorprendiendo de que los proyectos estén en fecha y cuesten lo que se dice iban a costar.
¿El CEO conoce las necesidades en TIC que necesita la empresa?
Con los CEOs, el problema es que todavía nos estamos recuperando del batacazo del 2000; sufrimos mucho con el mundo de Internet y el pinchazo de la burbuja. Fue la primera vez donde por fin a los informáticos nos dejaron meternos en el negocio con muchos proyectos liderados por los CIOs, y aquello no acabó yendo bien, con un gran desencanto: los empresarios pensaron que se había sobreinvertido, lo que provocó una pérdida de confianza. Sin olvidar también que la formación tecnológica del empresariado español no es tan alta.
Esa confianza se está recuperando porque aunque no hayan sido muy conscientes, en la mediana y gran empresa les hemos mecanizado todo prácticamente. Y ahora la forma de competir, diferenciarse y ahorrar costes tiene que ser mejorando las TIC que están respaldando esos procesos, porque ya está todo ahí. Por ello, hay una mirada de nuevo para ver qué puede hacer el tecnólogo por la compañía y que hable en términos de competencia, mercado y ventas. Pero el tecnólogo debe saber de los procesos de su empresa y no estar acorazado en una jerga informática.
¿Supone que el CIO debe tener una mayor involucración en la empresa, en su productividad…?
Sí, y también en los procesos. La mayoría de estos usuarios son consumidores de alta tecnología, pero tienen que entender muy bien lo que esa empresa necesita, qué tipo de estrategia está llevando a cabo.
¿Cree que existe un entendimiento entre lo que busca el director de tecnología y lo que ofrece el suministrador?
Ahora estamos en un mercado claramente de compradores, y no ha sido siempre así en este sector, porque en los 80 si querías un ordenador había que estar en lista de espera y sin hablar de ningún descuento. Con la extensión del sector se produce la consolidación de la oferta, que es imparable, y viene porque hay menos márgenes; y ello es así porque en el lado de la demanda para muchas infraestructuras se acude incluso a algo como son las subastas electrónicas. Y esta es la evolución. En un mercado dominado por los compradores, los proveedores más que nunca tienen que escuchar y saber que estamos terriblemente presionados por hacer cosas sencillas, que cumplan plazos y que produzcan ventajas muy inmediatas. Ya es muy raro que las compañías entren en grandes proyectos de uno o dos años.
¿Cómo puede una asociación como Autelsi ayudar a dinamizar el sector de las TIC?
Podemos ayudar en algunas cosas. Por ejemplo, tenemos que ser capaces de demostrar a las medianas y pequeñas compañías, que lamentablemente no están en Autelsi, el valor de las TIC, de una manera cercana. Por algo debe ser que la mediana empresa española tenga el déficit tan grande de tecnología. Y a nuestros asociados-proveedores tenemos que hacerles ver que tienen que crear soluciones a medida para la pequeña y mediana empresa; ya no vale, como la tentación antigua, ajustar los productos y servicios que se vendían a la gran cuenta para otras necesidades.
¿Existe esa oferta?
Sí empieza a haberla, pero existe otro problema: cómo vender esos productos y servicios en ese mercado, de más de un millón de empresas. Curiosamente parece que somos un país de empresarios, con muchas compañías, pero en cambio no somos innovadores porque no tenemos patentes.
Autelsi piensa que debemos asumir el protagonismo de dar mensaje a esa pyme, y de ahí viene la iniciativa que pronto presentaremos de comercio electrónico, junto con un software para pymes realizado por Autelsi, hecho por la gran empresa, que les permite una autoevaluación tecnológica, diagnóstico y búsqueda de soluciones. Pero para llegar a dos millones de empresas no puede hacerse sólo con asociaciones como Autelsi, sino a través de las gestorías o asesores fiscales, además de las entidades bancarias
