“Las TIC deben estar a un nivel superior”

Carlos Maza, subdirector general adjunto de la Subdirección General de TI del ministerio de Industria, Comercio y Turismo; y presidente de Astic.

Publicado el 03 Ene 2007

¿En qué medida se renueva el Cuerpo TI de la Administración?
Hay que diferenciar entre dos colectivos. Por un lado, los profesionales con titulaciones diversas que, por integración, se dedican a las TIC; y, por otro, los profesionales que se incorporaron al Cuerpo a partir de su creación en 1990 coincidienco con la instauración del sistema de oposiciones. Desde entonces se han integrado alrededor de 500 personas que, como en cualquier proceso selectivo de la Administración, tenían una media de edad en torno a los 33 años. Además los Grupos A se renuevan fuertemente ya que anualmente se convocan oposiciones y se incorporan alrededor de 20 personas, si bien las oposiciones de los Grupos B y C no se han convocado desde hace mucho tiempo y no se ha producido esa renovación. ¿Cuenta la Administración con suficientes profesionales TIC?
Existe un número adecuado de Grupos A con vocación directiva, puesto que una media de 20 incorporaciones anuales es más que suficiente como para responder a los requerimientos de la AGE y las necesidades de soporte de CCAA y Ayuntamientos. Una situación distinta es la de los Grupos B y C, donde existe un claro déficit; es decir, no hay una estructura piramidal de plantillas en la Administración, de forma que la carencia de Grupos B y C se sustituye mediante la contratación de RRHH de proveedores externos o bien a través asistencias técnicas. Y ese es uno de los problemas que resolvemos con más dificultad. La externalización está debidamente atemperada por los proyectos presupuestarios, que son limitados. La tendencia a la externalización es una tendencia tanto en el sector privado como en el público. Tanto es así que en la Administración existen Catálogos de Patrimonio específicos para externalización.

Se trata, además, de una línea clara puesto que las Administraciones tienen que gestionar internamente el corazón de su negocio, es decir, la gestión de la información, los servicios públicos y la dirección de los proyectos, pero la ejecución de los proyectos, las fases de programación, pruebas, elaboración y documentación, que típicamente recaen en Grupos B y C, se externalizan por dos motivos: primero, porque no tenemos plantilla suficiente; y, segundo, porque seguramente es más eficiente el sector privado. Además del master del INAP en Dirección y Sistemas de la Información, que cursan muchos compañeros como medio de recualificación, existen distintas jornadas de formación que se realizan a lo largo del año junto con el INAP. Astic organiza, por ejemplo, Peñiscola, las jornadas de El Escorial y, este mismo noviembre, hay un Meeting Point organizado junto con la Universidad Carlos III y el INAP.

Por otro lado, con el actual proceso continuo de transferencia de competencias a las CCAA, cada vez más las fases de ejecución de los proyectos se hacen en las CCAA, mientras que la AGE es un órgano regulador y supervisor; de modo que tienen poco sentido en la AGE las grandes estructuras piramidales con personal de los Grupos B, C y D. En el Cuerpo hay dos problemáticas principales. En primer lugar, la baja consideración que tienen las TIC en la Administración. En la mayoría de los casos tienen una consideración de Subdirección General y raramente de Dirección General dentro de los ministerios. Se trata de una infra representación que demuestra que culturalmente nos queda mucho que progresar respecto al factor estratégico de modernización que suponen las TIC. Es una cultura que no está asentada al 100 por cien, puesto que si lo estuviera el propio ministro sería el primero en colocar el mundo de las TIC a un nivel suficientemente alto.

El segundo gran problema es la fragmentación. Existe una atomización de las unidades de TI que provoca deficiencias, tanto en las CCAA, como en los grandes organismos y la AGE.

Por otro lado, existe una dificultad de acceso de los profesionales TIC a puestos directivos. En la Administración existen muy pocos puestos de director general o secretario de Estado -casi existió un ministro de Ciencia y Tecnología, que ahora está más diluido con áreas de mucho peso como son Turismo y Comercio-; y los compañeros TIC no suelen ocupar esos puestos, sino profesionales de la clase política del partido gobernante. Ese fenómeno demuestra que el área TIC es todavía un campo de aterrizaje de personal político como si fuera un área gerencial horizontal, cuando es un área especializada que requiere no sólo de habilidades gerenciales, sino además conocimientos y habilidades técnicas. Los cambios culturales exigen ciclos de años o décadas. El movimiento se tiene que demostrar otorgando a las TI mayor peso en las estructuras administrativas y los presupuestos; y, en segundo lugar, dando a los profesionales de las TI mayor participación en la Administración Electrónica; un área en la que estamos desempeñando una labor importante, pero no tan sustancial como debería.

Tanto con el anterior Gobierno como con éste, no ha habido ningún paso claro para reforzar el papel de las TI en la Administración. Distinto es el impulso de la Sociedad de la Información, donde sí existe un claro frente con Ingenio 2010 y el Plan Avanza. Existe entonces un enfoque de las máximas autoridades políticas en impulsar las TI a nivel social, pero curiosamente no lo hay tanto en el mundo administrativo.
Para introducir las TIC en las organizaciones y poder vencer las resistencias al cambio, las TIC deben estar a un nivel superior; de ahí la reclamación permanente e histórica de que el colectivo de las TIC y las unidades de TI tengan el rango de Dirección General en los ministerios. Primero, el impulso a la utilización de las TIC en la Administración. Segundo, el fomento del mercado TIC, es decir, que el porcentaje del PIB que se invierte en TIC llegue al siete por ciento previsto en el Plan Ingenio 2010. Y una tercera prioridad es el fomento de la cohesión del socio. Es un tema en el que esta Junta está trabajando muy activamente. Somos un cuerpo que sólo tiene 14 años frente a los 120 o 150 años de Cuerpos como los abogados del Estado, los interventores o los ingenieros de caminos, y es importante mantener la cohesión y unidad, no por corporativismo, sino porque es fundamental para el ejercicio profesional, para el intercambio de experiencias, para la formación continúa de nuestros asociados y para la creación de los equipos humanos cohesionados.

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Redacción

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