Lo anunció a finales de enero. Michael Dell ha tomado la determinación de regresar a la empresa que fundó en 1984 para darle un nuevo giro. La nueva estrategia pasará por incrementar la venta de PCs y mejorar el servicio de atención al cliente, aspectos que se habían descuidado en beneficio de compañías como HP o IBM.
El que hasta ahora había sido CEO de Dell, Michael Rollins, anunció su dimisión debido a la crisis en la que se veía inmersa su compañía, que no ha conseguido remontar en los últimos trimestres, cuando se prefirió ampliar nuevos mercados potenciando la venta de servidores y periféricos, dejando de lado a los PCs.
Por otro lado, otro de los problemas más importantes viene de la mano del servicio de atención al cliente, que en los últimos tiempos había empezado a fallar y las quejas a multiplicarse, siendo una presa fácil para la competencia. Todo esto unido a la decadencia en cuanto a estilo y diseño, lo que situó por ejemplo a Apple en una posición mucho más aventajada. Michael Dell intentará así remontar de la crisis y sacar adelante un proyecto que comenzó a fraguarse cuando era un estudiante universitario y vendía equipos desde su casa.