Es precisamente en este apartado donde España se sitúa entre las posiciones más avanzadas de Europa. El 74 por ciento de los hogares españoles con conexión a Internet recurre a la banda ancha, mientras que la media europea se sitúa en el 62 por ciento.
También en el mercado corporativo, España mantiene una posición de vanguardia con el 87 por ciento de las empresas de más de 10 empleados con conexión de alta velocidad, 12 puntos porcentuales superior a la media de los 25, según recoge la séptima edición del informe “La Sociedad de la Información en España”, elaborado por Telefónica.
Sin embargo, en el mercado empresarial convive una realidad dual, con las empresas de más de 10 trabajadores en primera fila, mientras que entre las microempresas la realidad es bien distinta y el 35 por ciento ni siquiera cuenta con conexión a la Red. Entre ambas se sitúa la pyme, con sólo un ocho por ciento de empresas que no cuenta con Internet.
El impulso de la banda ancha se traduce también en un incremento de los usuarios casi la mitad de los españoles asegura haber usado Internet en los últimos tres meses- y en la creciente demanda de nuevos servicios generados por los individuos (weblogs, redes sociales, etc.).
Pero la desigualdad aún marca muchos aspectos del desarrollo de la Sociedad de la Información en España. En el lado del optimismo cabe citar indicadores como la citada banda ancha, tanto en el mercado empresarial como de consumo, el uso de la telefonía móvil, mensajería instantánea y correo electrónico, la disponibilidad de los cajeros automáticos, y el desarrollo de determinados servicios de la Administración Pública. Por el contrario, en el platillo negativo de la balanza se sitúan los deficientes desarrollos en aspectos como el uso de Internet para actividades formativas, el siempre decepcionante comercio electrónico, la escasa presencia de ordenadores en el segmento educativo y el gasto en Tecnologías de la Información en relación con el PIB nacional.
