Gestión del Rendimiento Corporativo: alinear la acción con la estrategia

Fernando Rumbero, director general de Cognos España.

Publicado el 22 Jun 2007

En el mundo de los negocios, no hay nada peor que hacer bien lo incorrecto. Algo que sucede cuando los empleados no entienden la estrategia corporativa, no se hacen responsables de la parte que les corresponde o no cuentan con suficiente información para tomar buenas decisiones.

La firma debe así alinear la ejecución de sus procesos de negocio con su estrategia, a todos los niveles. En la empresa perfecta, el rendimiento corporativo es preocupación y objetivo de cada empleado pero, para que eso sea realidad, existen tres barreras: la falta de previsión -dificultad para conducir el negocio porque los planes que expresan la estrategia son inflexibles y difíciles de manejar-; la falta de responsabilidad -dificultad para comunicar la estrategia a todos los niveles y conseguir que cada empleado se dedique a lo que realmente importa-; y la falta de visibilidad -la toma de decisiones al aplicar la estrategia no se hace correctamente, porque no se entiende el por qué de los resultados-.

El nuevo enfoque Corporate Performance Management (CPM) o de Gestión del Rendimiento Corporativo permite a las compañías alinear la estrategia empresarial con su ejecución a lo largo de toda la organización. Como nueva orientación de la tecnología Business Intelligence, ofrece un marco de trabajo único, que conecta todo el ciclo de gestión de una empresa (desde la planificación y la presupuestación, hasta la ejecución, reporte y análisis) con los diversos sistemas transaccionales, proporcionando el soporte necesario para la óptima toma de decisiones.

Los planes empresariales articulan lo que la organización desea conseguir y cómo va a conseguirlo. El compromiso de cientos de empleados para ejecutar correctamente este plan es crítico y la compañía puede conseguirlo asegurándose su aportación.

Pero recibir esta aportación a través de hojas de cálculo no integradas plantea dificultades a la hora de trazar quién provee la información, los cambios a un nivel pueden no quedar reflejados en el siguiente, y la empresa se puede quedar atrapada en presupuestos estáticos.

Las soluciones de software de última generación facilitan la planificación del rendimiento empresarial a través de una amplia serie de capacidades integradas, desde el modelado y el establecimiento de objetivos hasta la planificación, la elaboración de presupuestos, la predicción, las consolidaciones y el reporting financiero. Dichas soluciones alinean planes y presupuestos a lo largo de departamentos, divisiones y zonas, y traducen objetivos corporativos en planes tácticos y financieros concretos.

Los cuadros de mando (scorecarding) son una medición estratégica que integra los valores estudiados con los objetivos globales, la estrategia y la misión de la firma.

Su papel en la gestión del rendimiento se traduce: por un lado, no se puede gestionar lo que no se puede medir; y, por otro, las responsabilidades se pueden asignar, pero también ha de potenciar el nivel de compromiso de las personas con esos deberes.

Como escriben Kaplan y Norton en el Harvard Business Review, “enséñenme el cuadro de mando de una empresa y les diré cuál es su estrategia”. Hoy, la tecnología de scorecarding incluye soluciones dinámicas que permiten monitorizar, analizar y elaborar informes a todos los niveles del negocio.

Su integración con marcos más amplios de trabajo BI brinda un auténtico marco colaborativo para la toma de decisiones, ofreciendo a los usuarios una forma sencilla para compartir y distribuir los datos de los indicadores clave del rendimiento.

Siendo las decisiones la unidad básica de cualquier gestión, es lógico que las personas preocupadas por el rendimiento corporativo lo estén en la misma medida por la toma de decisiones. Las organizaciones más exitosas no esperan llegar a una gran decisión en un momento Eureka.

Este proceso es un estándar establecido: las compañías deben crear un entorno que garantice el fácil acceso a la información y facilite su estudio desde distintos puntos de vista. Dentro de la tecnología BI, emerge un nuevo tipo de soluciones que monitorizan las transacciones y los eventos de negocio en el momento en el que éstos se producen y que permiten notificarlos incluso a través de dispositivos inalámbricos.

Esta tecnología da a las organizaciones un mecanismo para supervisar y notificar información de BI y de sistemas transaccionales tales como ERP, SCM, CRM o cualquier BBDD relacional. Alertan en tiempo real a quienes toman las decisiones, tanto en el ámbito del rendimiento comercial y financiero, como en las actividades cotidianas de negocio a través del e-mail, móviles o PDAs.

Las empresas que buscan el éxito deben empezar por identificar los puntos más conflictivos de su negocio, construyendo una guía práctica de CPM a largo plazo, que alinee cada iniciativa individual con la estrategia global y que permita su cambio a la misma velocidad que el mercado.

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Redacción Computing

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