Para. Espera. No hagas nada y todo te seguirá yendo bien. En la actual situación económica, ninguna empresa se puede permitir actuar de forma temeraria. Pero, ¿el método de “no hacer nada” es realmente una estrategia de éxito para las empresas?, ¿desde cuándo permanecer inactivo es la clave para alcanzar el éxito en un entorno económico difícil? Lo que realmente necesitan las compañías es entender sin dilación la naturaleza de las tendencias y cambios a las que se están viendo sometidas y superarlos con inteligencia y sin rodeos. Eso solo se consigue con una visión transparente de la propia empresa y del entorno.
Más concretamente, ¿cuáles son esas tendencias y cambios? Además de encontrarnos en un momento de turbulencias, de tener que competir con el fin de sobrevivir en un período de volatilidad económica sin precedentes, ahora las empresas tienen que hacer frente a la difícil tarea de realizar su actividad dentro de redes globales. Además, están sometidas a una mayor responsabilidad ante todos los grupos de interés que demandan prácticas de negocio más sostenibles.
Para definir el camino de superación del actual entorno económico, las compañías deben mirar con claridad, pensar son claridad y actuar con responsabilidad. Sólo aquellas que sean capaces de actuar con eficacia y de forma determinante sobrevivirán a las actuales condiciones del mercado y podrán emerger con una mejor posición frente a la competencia. Por ello, las organizaciones líderes están centrando todas sus energías en, por una parte, conseguir claridad con el fin de reenfocar las estrategias empresariales y perfilar la ejecución operacional; y en alcanzar la transparencia necesaria con la que proteger su marca y reputación generando una mayor confianza en su negocio, un elemento que se ha visto erosionado durante la crisis.
Dirigir la claridad y transparencia en las empresas
El éxito depende de la capacidad de las compañías de cumplir con los retos planteados por la complejidad y la creciente demanda de responsabilidad. Las empresas transparentes tienen la capacidad de superar esa complejidad al conocer todos los detalles de lo que sucede en cada aspecto de sus negocios y de sus redes empresariales. Son aquellas que están preparadas para afrontar los riesgos y la incertidumbre, y ajustan sus operaciones a medida que las condiciones del mercado varían con el fin de mantener la responsabilidad con todos los grupos de interés involucrados.
Pero, todavía, hay algunas preguntas más: ¿Cómo conseguir esa claridad y transparencia para los negocios?, ¿cómo mirar, pensar y actuar de forma transparente para poder entender los riesgos, formular estrategias de negocio inteligentes y llevar a cabo las medidas necesarias para alinearlas con el negocio? La respuesta es poner en marcha aquellas iniciativas que incrementen la visión, eficiencia y flexibilidad del negocio.
Una falta de visión puede causar un descontrol total en el rendimiento empresarial al impedir la toma eficaz de las decisiones. Por ello, es crucial contar con una visibilidad completa de todos los aspectos del negocio.
Por otra parte, los procesos empresariales ineficaces incrementan los costes y generan gastos innecesarios, esto reduce la competitividad y dificulta la tarea de conseguir operaciones sostenibles. Por esa razón, es necesario establecer una medición constante del rendimiento para determinar si los objetivos operacionales están alineados con los objetivos estratégicos, reducir los costes operacionales o analizar el gasto para identificar oportunidades para ahorrar dinero.
Asimismo, una falta de flexibilidad en las actuales condiciones del mercado podría bloquear los esfuerzos para proporcionar valor al cliente, lo que puede impactar en la competitividad de sus negocios a largo plazo. Para evitarlo, es necesario capturar los cambios en las demandas e incorporar nuevas ideas dentro de los procesos empresariales y de las redes de negocio.
En resumen, para que una empresa tenga éxito hoy en día tiene que ser una empresa ágil, transparente y eficaz. El hecho de convertirse en transparente mejora todos los aspectos de la gestión de una empresa global y, además, permite a las compañías no sólo mantenerse y prosperar a medio plazo, sino también conseguir ser sostenibles a largo plazo.
