¿Cómo ha evolucionado Bull desde hace una década a este 2010?
Hace 15 años teníamos un espectro de oferta más amplia que ahora y atacábamos otros mercados, como impresoras, desktop, que ha tenido un peso importante. Hoy en día no vamos a ese segmento del consumo e incluso dentro del mercado empresarial o de administración pública no ofrecemos ese tipo de producto, lo hacemos siempre traducido en servicios. Nos interesa la renovación de parques, el mantenimiento, la instalación del ciclo de vida completo del puesto de trabajo pero desde una aproximación más de outsourcing y servicios.
¿Eso significa que Bull ha girado hacia los servicios y soluciones frente al hardware y el negocio de sistemas?
Seguimos siendo un fabricante de tecnología hardware y un integrador y proveedor de soluciones globales. En el mundo del hardware nos dedicamos sobre todo a la supercomputación. Tuvimos una base instalada de mainframe bastante importante, y esas competencias del mundo de los grandes sistemas se han reorientado hacia el mundo científico y de la supercomputación, cálculo de alto rendimiento, etc. Ahora mismo Bull es uno de los jugadores líderes en Europa en el terreno de la alta computación. De la lista de los Top 500 algunos de los supercomputadores más grandes que hay instalados los ha implantado Bull.
¿Y en España?
Se acaba de terminar la instalación del supercomputador del Centro Nacional de Análisis Genómico. Es un superordenador que tiene 900 procesadores organizados en 104 nodos de cálculo y una capacidad de almacenamiento en disco de 1,2 Petabytes. También estamos con otro supercomputador en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, así como en el Centro de Supercomputación de Cataluña o en el Instituto del Cosmos. Es en términos generales una línea que está creciendo mucho y donde en España tenemos unas 400 referencias.
Para afrontar estos proyectos, ¿qué niveles de innovación desarrolla la compañía?
Bull tiene más de 500 investigadores trabajando en Grenoble en áreas de supercomputación. Ya trabajan además para la siguiente generación al Petaflop. El siguiente reto es el Exaflop (hablamos de mil petaflops de potencia de cálculo). Eso sí, plantea muchos problemas de I+D, pero sobre todo en lo relacionado con el consumo energético. Un ejemplo es ‘bullion’, un equipo diseñado para virtualizar, el único del mercado capaz de escalar con tecnología Intel hasta 128 cores; con funcionalidades de mainframe.
¿Hacia qué otras áreas deriva la inversión en I+D?
La apuesta número uno en I+D del grupo es supercomputación pero la otra línea de desarrollo fuerte es la seguridad, hasta el punto de que hasta hace poco tiempo se ha comprado una compañía en Francia llamada Amesys que está orientada a securizar personas o infraestructuras críticas. El grupo propiedad de Amesys, Crescendo Industrias, se ha hecho con el 20 por ciento de las acciones de Bull.
¿Y qué valor ofrecen en el terreno de la consultoría?
Bull cuenta con interesantes iniciativas. Una de ellas es la denominada Acra, un término nuestro que significa ‘Aseguramiento de la Calidad y Rendimiento de las Aplicaciones’. Tenemos referencias significativas y estamos trabajando con el BBVA, Banco Popular o la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
¿Debería Bull tener más peso en el terreno del outsourcing y CPDs?
El outsourcing es una de las áreas estratégicas del Grupo y en Bull España tenemos todas las competencias, desde servicios de consultoría a soluciones para automatizar los procesos, dotar de equipamiento para virtualizar o las que hacen falta en soporte y mantenimiento. La componente que en España no tenemos es el gran CPD.
Bull cuenta con una cuota de mercado importante en administración pública.
Si miramos las cifras de 2009, tenemos un 38 por ciento del negocio en el sector público. En el sector financiero estaremos en un 40 por ciento aproximadamente. Siempre con la orientación de gran cuenta.
¿Bull contempla estratégico el mercado servidor?
Queremos crecer en grandes servidores orientados a la virtualización. En estos momentos si se quieren reducir costes hay que consolidar, y la consolidación lleva a la virtualización. Hasta hace poco había equipamiento hardware suficientemente robusto para consolidar entornos críticos en el mundo Unix, pero cuando ibas al mundo wintel y Linux no había hardware lo suficientemente dotado para hacer cosas.
Bull se pronunció a favor del Open Source. El último movimiento que hemos hecho en el área open source es ceder al consorcio OW2 (fruto de la fusión de Object Web con sede en Francia y Orient Web con sede en China que se dedica a promocionar y desarrollar soluciones de código abierto), la solución Novaforge, para facilitar la colaboración entre equipos de desarrollo. OW2 la utilizará para sus propios proyectos y como una de las soluciones que promociona.
Sabemos que en el mercado hay sitio para los que creen que una solución open source es buena para determinadas problemáticas.
¿Hacia dónde quiere llegar Bull en 2010?
La estrategia de grupo y de todos los países es clara por el mundo de la computación extrema. El outsourcing es también una estrategia global y en el mundo de las aplicaciones esa apuesta por ayudar a los clientes a mejorar en calidad y rendimiento de las aplicaciones es muy fuerte, teniendo en cuenta que está impulsada por Bull España.
