VMware, la compañía de referencia en el mundo de la virtualización acabó el año 2010 con un buen ritmo de crecimiento. En el último trimestre del ejercicio logró vender un 37% más que en el mismo periodo de 2009, hasta 835,7 millones de dólares, mientras que doblaba sus ganancias hasta los 120 millones, por encima de lo previsto por los analistas. En el año completo, VMware acabó con una facturación de 2.860 millones de dólares, mientras que sus ganancias ascendieron a 357 millones, 160 más que en ejercicio anterior. Para 2011, VMware espera facturar entre 3.450 y 3.550 millones de dólares, lo que supondría un avance siempre por encima del 20%. La labor del canal, la efervescencia del gasto de las empresas y el crecimiento en el ámbito de la virtualización de sobremesas están detrás de los números de VMware en los últimos meses de 2010. De todas formas, Paul Maritz, el CEO de VMware, se curó en salud durante la presentación de estos resultados y aseguró no saber si se trata de una tendencia positiva que se va a mantener en el tiempo o un suceso aislado. Maritz también dijo que su compañía está diseñando una estrategia para llevar las capacidades propias de Windows a entornos virtuales de escritorio. De cualquier manera, VMware ha puesto semillas para dar cauce a futuros crecimientos. En 2010 incrementó su plantilla con 2.000 nuevos profesionales, incluidos 600 que llegaron vía adquisiciones. De esta manera, la multinacional emplea hoy a 9.000 personas en todo el mundo. Además, la contratación seguirá activa en VMware durante 2011.
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