En la actualidad las entidades financieras se enfrentan al dinámico e impredecible entorno de Internet, lo que exige aprovechar las nuevas tecnologías para lograr una mayor presencia y visibilidad en la red. Existen cinco aspectos clave que se deben tener en cuenta a la hora de diseñar una estrategia en la red para este tipo de entidades.
UNA LLAMADA A LA ACCIÓN
La adaptación del discurso a los clientes en la red tanto en el continente como en el contenido y la adaptación de la organización, sus productos y servicios en el canal online a los hábitos de consumo y las necesidades de financiación de los clientes es lo que se conoce como persuabilidad. Esta llamada a la acción, unida a la importancia de integrar el número de canales online en una ventana única que oriente y dirija las necesidades de los clientes adecuadamente, es un factor fundamental a la hora de participar en la red.
AFIANZAR LA REPUTACIÓN EN LA RED SOCIAL
Las redes sociales se han convertido en un espacio utilizado diariamente por una enorme cantidad de clientes y, por tanto, en un ámbito clave para fomentar la reputación de las organizaciones y afianzar su transparencia. Ésta es la razón por la que las entidades financieras deben apostar por ellas, guiando su actuación en base a: la acción, a través de figuras como la del Community Manager; la creación de red y corriente de opinión, a través de portales de asesoramiento financiero y plataformas de intercambio de experiencias, y la medición de la actividad en la red social o SMO (Social Media Optimization) para favorecer la mejora continua.
UN MENSAJE A LA MEDIDA
Las entidades financieras deben transmitir a sus clientes el conocimiento que de ellos tienen a través de la personalización de los mensajes y la adaptación de los mismos a sus necesidades, demostrando su capacidad de asesoramiento. Como ejemplo, en lugar de las promociones habituales de “…contrate este fondo a seis meses al 3%…”, el mensaje puede ser “…todos los meses en el último año usted ha ahorrado 500 euros, le ayudamos a que cuando necesite recuperar ese dinero, sea más con…”
CONTENIDOS, LA CLAVE DEL INTERÉS
Las estructuras complejas, los clic excesivos y las esperas innecesarias en Internet tienen que dejar paso a la inmediatez que reclaman los usuarios de Internet. Esta realidad obliga a dirigir la atención de los usuarios hacia los contenidos de las páginas a los que queremos que se preste atención, otorgando a los aspectos de usabilidad y arquitectura de información al menos la misma relevancia que al propio diseño visual.
Asimismo, de cara a atraer los resultados de entradas mediante buscadores hay que tener en cuenta cómo se pueden estructurar y desarrollar las páginas para obtener mejor posición en los resultados de búsquedas (SEO, Search Engine Optimization) y la estrategia que se va a seguir con los motores de búsqueda para que se haga publicidad directa en la página de resultados (SEM, Search Engine Marketing).
Por último, hay que ampliar el concepto de accesibilidad, de tal manera que se alcance la máxima audiencia posible en la red. Esto significa ser accesibles a todos los colectivos, independientemente de su cultura, formación, clase social, medios tecnológicos y situación personal.
CLARIDAD Y NAVEGABILIDAD
Una adecuada estructuración de las páginas web pasa por un diseño sencillo y funcional de las mismas que favorezca el visionado y la navegación de los usuarios y que responda a las necesidades del cliente.
Finalmente, se hace imprescindible la medición continua de la usabilidad de las páginas y del recorrido que hacen los usuarios, así como el tiempo que están en cada lugar para obtener los resultados perseguidos.
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