Ya han atravesado las etapas de depuración y de crecimiento descontrolado de los inicios, y el proceso de selección natural se encuentra en estado avanzado. Lo estamos viendo en sectores como el multimedia donde asistimos a la desaparición de un canal como CNN plus y a una fusión de dos canales otrora tan relevantes como Telecinco y Cuatro.
El panorama bancario, de la misma forma, ofrece un mapa cambiante acuciado por la situación económica y por las consignas políticas. Al tiempo que el mundo se ha hecho global, los diferentes compañías están obligadas a ser globales y necesitan ‘engordar’ para conseguir la envergadura necesaria para abordar los diferentes mercados. En el caso de las TIC, la voracidad de las multinacionales parece no tener límite. El crecimiento no orgánico a través de adquisiciones de compañías se ha instalado como uno de los motores estratégicos. Las empresas no muestran el menor sonrojo es tirar de talonario para hacerse con las acciones de tal o cual firma de pequeña entidad especializada en tecnologías que le pueden ayudar a abordar otros mercados o a complementar su portfolio. Es más rápido y eficaz pagar por algo ya desarrollado y que funciona, que no tener que hacerlo a través de la ingeniería propia. En los tiempos marcados por las Tecnologías de la Información, el tiempo es oro y ganar posiciones urge. Lo estamos viendo con el cloud computing. La mayoría de las compras que se producen van en esta dirección. Los proveedores con liquidez se pertrechan de tecnología para posicionarse como los principales players en un terreno de juego donde los mejores trozos de la tarta están reservados a los grandes. Las TIC avanzan en la madurez, pero todavía son previsibles grandes movimientos de concentración.
