Las TIC, factor clave para la competitividad

Jose María Alonso Elizo, director general de QlikTech Ibérica

Publicado el 23 Feb 2011

Todo apunta a que en 2011 veremos cifras de crecimiento entre 6 y 8% en todas las categorías del sector TIC: hardware, software y servicios, si bien serán estas dos últimas las que probablemente experimenten un mayor crecimiento tras un par de años casi estancadas. Pero, tras la gran crisis, el modelo de gasto/inversión en TIC, su uso y valor dentro de las organizaciones habrá cambiado. de modo que la adopción de cloud computing tanto público como privado, la virtualización de sistemas, la explosión de aplicaciones y dispositivos móviles, la expansión de las redes sociales y la imparable curva exponencial de datos digitales, generarán nuevas oportunidades y nuevos retos.

La reciente y todavía no superada crisis económica está provocando una transformación del modelo económico global, en el que las TIC jugarán un papel fundamental. De hecho, parece constatarse que la mayoría de los directivos de las principales empresas creen que las TIC tienen hoy un mayor reconocimiento de su importancia capital para el negocio. Así, muchas empresas e instituciones de diferentes sectores económicos, actividad y tamaño, ven ahora las TIC como un factor clave, vital, para relanzar sus operaciones hacia la recuperación.
Una adecuada y rápida adopción de las Tecnologías de la Información permitirá a las empresas y a las instituciones renovar sus modelos productivos, contribuyendo significativamente a aumentar su agilidad, a diferenciarse, a incrementar su productividad y su eficiencia, a tener mejor conocimiento de los detalles de su negocio, a innovar, a adaptarse y transformarse para ser mucho más competitivos en un mundo global y cambiante. Las TIC ya no serán consideradas sólo como un ‘gasto’ o una ‘herramienta’ en el corto plazo, sino como un elemento de carácter estratégico para la competitividad.
La necesidad imperiosa de mejorar el rendimiento empresarial está cambiando el patrón de demanda de las áreas de negocio, que exigen un servicio inmediato de los departamentos de Tecnologías de la Información, obligando a estos a demostrar su valor para el negocio continuamente. Por tanto, las métricas tradicionales relacionadas con el coste y el rendimiento operativo de las TIC son cada vez menos representativas, ya que las empresas en general van a medir sus inversiones y sus organizaciones TIC por el valor que aporten en términos reales y cuantificables de negocio.
Los usuarios finales demandarán tecnologías que les permitan trabajar con aplicaciones de negocio desde cualquier dispositivo, en todo momento, en cualquier lugar, de forma sencilla, rápida y potente. Las exigencias de los usuarios finales acabarán por transformar también las aplicaciones empresariales hasta el punto de convertir su acceso en algo tan cotidiano y sencillo como pueda ser hoy en día acceder a Internet y navegar en la web, hacer búsquedas en Google, conectarse a Facebook, o leer el email desde el iPhone. Estamos en pleno proceso de ‘consumerización’ de los sistemas de información, y esto abrirá también nuevas oportunidades, pero tendrá sin duda un impacto en los proveedores de tecnologías, aplicaciones y servicios tradicionales.
Además de las tendencias ya mencionadas, una de las principales prioridades de las organizaciones en el ámbito TIC seguirá siendo la implantación, renovación o mejora de aplicaciones analíticas para el negocio, categorizadas como Inteligencia de Negocio (Business Intelligence). Y es que el volumen de datos y la velocidad a la que se generan esos datos no para de crecer dentro de una curva exponencial tendente ad infinitum. Una de las mayores frustraciones de los directivos, tanto CIO como de Unidades de Negocio, es que saben que tienen muchos datos almacenados, pero no saben qué información relevante para su negocio contienen esos datos. Se sienten incapaces de gestionar su negocio a partir de información bien fundamentada disponible cuando la necesitan, porque no consiguen extraer de forma rápida una única versión agregada de esa información a partir de todos los repositorios de datos existentes en su empresa.
Las tecnologías de BI posibilitan tomar decisiones de negocio basadas en información. Disponer de una solución BI fiable, rápida y fácil de utilizar, que ofrezca una fuente única de información a partir de las ingentes cantidades de datos e información desagregada (ya existente en sistemas de toda índole dentro de la empresa como ERP, CRM, SCM, DWH, etc.), que permita indagar en los detalles fundamentales del negocio prácticamente en tiempo real, es hoy una necesidad para los responsables de las áreas de negocio y, por tanto, más que una prioridad para los CIO.
Podemos concluir que también en el ámbito de las soluciones de BI nos encontramos ante un cambio de paradigma o de modelo. Es decir, al igual que todas las TIC, las soluciones de BI estarán medidas por su aportación real al negocio. Las nuevas soluciones en la era del BI 2.0 deben ser soluciones con implantaciones cortas, de semanas, no de meses; con un coste total de propiedad bajo; y con un alto retorno de la inversión que se produzca en pocos meses, no en años, y que sea cuantificable en términos de mejora de la productividad, incrementos en los ingresos por mejoras en la eficiencia de ventas, aumento de la agilidad, reducción de costes operativos, mejoras en los flujos de caja, consecución de nuevos clientes y un mayor nivel de satisfacción de clientes existentes.

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Redacción

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