Diez oscuros secretitos si va a trabajar en TI

Si está preparando su carrera profesional ligada a la tecnología o es nuevo en un departamento de TI, le conviene no perderse esta lectura.

Publicado el 22 Mar 2011

Indagando en blogs de CIO, descubrí hace tiempo este artículo de Jason Hiner, anteriormente director de sistemas y ahora dedicado al mundo periodístico, que me ha parecido, lo menos “cotilla”, y que ahora me digno a retransmitir aquí de forma breve.
Si está preparando su carrera profesional ligada a la tecnología o es nuevo en un departamento de TI, le conviene no perderse esta lectura para conocer, lo que se dice de primera mano, pequeños y sucios secretos de los que no se habla en voz alta. Si, en cambio, es ya un veterano en este sector, muchas de estas confidencias le resultarán familiares.
10) El profesional de TI normalmente está bien pagado, pero muchas veces su empresa piensa que le pertenece. Si le llaman después de finalizar su jornada laboral porque algún empleado se ha quedado trabajando tarde y tiene una duda, tiene que responder; o si tiene que ir un sábado a trabajar seis horas para actualizar un software y evitar la interrupción del sistema en horario laboral, lo hace.
9) Cuando los usuarios cometen errores tontos es por su culpa. Muchos usuarios pagan su frustración con el profesional de TI. “Este ordenador no funciona” o su frase favorita, “¿Qué habéis hecho a los ordenadores?”. Y muchas veces el problema es que han eliminado por error el icono del Explorer del escritorio, o tienen desenchufado el cable del ratón.
8) Pasará de ser un héroe a un inepto a velocidad de vértigo. Cuando soluciona milagrosamente un fallo que ha dejado a los empleados sin poder trabajar más de diez minutos, independientemente de lo sencillo que haya resultado arreglarlo, se convertirá en un héroe y en el empleado favorito. Pero, se olvidarán rápidamente unas horas después cuando tengan problemas con la impresora o el correo; entonces se convertirá en el enemigo número uno.
7) Las certificaciones no siempre ayudan a ser un mejor profesional, pero sí a conseguir un puesto mejor o aumento salarial. A los de recursos humanos les encantan las certificaciones de TI, y a veces inclinan la balanza por un candidato con un amplio repertorio aunque no tenga experiencia. Pero para los CIO o los que van a ser sus jefes, en realidad no es un buen indicador de lo bien que puede hacer su trabajo.
6) Los empleados de su compañía le utilizarán como soporte técnico personal para sus equipos domésticos.
5) Los integradores y consultores se llevarán los laureles cuando todo marcha bien, mientras que le echarán la culpa si se produce algún fallo. Trabajar con consultores de TI o integradores son de gran ayuda en las implantaciones de sistemas especializados, pero si las cosas van mal, algunos de ellos echarán la culpa a la infraestructura tecnológica local.
4) Pasará más tiempo cuidando viejas tecnologías que implementando nuevas. La ilusión de todo profesional de TI es implantar lo último de lo último en tecnologías de vanguardia, pero la realidad es que gran parte del trabajo se dedica a mantener, cuidar, y actualizar viejos sistemas.
3) Los profesionales veteranos de TI a veces son los obstaculizadores a la instalación de nuevas tecnologías. A veces, no es cuestión de presupuesto monetario el actualizar o sustituir la infraestructura tecnológica; ni tampoco por objeciones de la directiva. A veces, son los propios veteranos del departamento de TI, los reacios al cambio.
2) Algunos profesionales de TI implantan tecnologías para consolidar su propio poder más que ayudar al negocio. Se puede encontrar con profesionales de TI que para hacerse valer, seleccionan una tecnología que requiere de cierta especialización como por ejemplo, las de código abierto, a pesar de que igual una solución Windows más sencilla es lo más apropiado para la empresa.
1) Algunos profesionales de TI utilizan tecnicismos para confundir a los gerentes no técnicos cuando han metido la pata. Hay ciertos profesionales, que pueden ser excelentes a la hora de gestionar la infraestructura tecnológica de la organización; pero no todos son buenos en admitir que han cometido un error.

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Redacción

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