¿Cómo resumiría la evolución de IBM en estos últimos años?
La compañía ha mantenido un rumbo bastante sostenido en los últimos años. Hicimos una apuesta por seguir en el mundo de las Tecnologías de la Información pero buscando los espacios nuevos de valor, de innovación, donde competimos mejor y están más alineados a nuestro modelo de negocio. Eso nos llevó a vender nuestra empresa de ordenadores personales a Lenovo, la fabricación de los discos, la desinversión en impresoras… para movernos a espacios de valor. En los últimos diez años hemos comprado 116 empresas e invertido 20.000 millones de dólares, de servicios y de software, que han fortalecido nuestro portafolio y eso nos ha permitido que en la década de los 2000, nuestro margen bruto haya aumentado 8 puntos. Y el margen es el mejor indicador de valor que inyectas, el que te compromete a tener que invertir en I+D y adquirir empresas –invertimos en I+D el 6% de nuestra facturación, unos 6.000 millones de dólares anuales-. En la última década, entre comprar empresas e I+D hemos invertido más de 100.000 millones de dólares, la facturación entera de un año; es una apuesta difícil de sostener y más en entornos económicos complicados.
¿La línea es continuar?
Nosotros estamos continuando, mientras que otros jugadores de la industria han bajado sustancialmente su inversión en I+D en este entorno económico difícil. Es para nosotros un esfuerzo grande, pero ahora estamos recogiendo los frutos; hay variables que lo miden como el de las patentes, y por 18 año consecutivo somos la empresa que más patentes ha registrado. El año pasado fueron 5.800 patentes y tenemos en estos momentos 76.000, más del doble que el siguiente jugador de la industria.
Después de los movimientos efectuados por IBM. ¿El hardware será relegado poco a poco dentro de la organización?
Tenemos un portafolio muy amplio. Nuestro mix de negocio se parece a la industria, lo que pasa es que hay menos de hardware, más de software y más de servicios. No es que sea menos importante, es menor en tamaño, en volumen de negocio. Todavía seguimos invirtiendo mucho en el mundo del almacenamiento y servidores, con un liderazgo clarísimo en muchos frentes. Lo que pasa es que hay áreas comoditizadas en hardware, donde el I+D no tiene gran implicación, como en el PC, que es más de volumen y no aporta ventaja competitiva. En el año 2000 el hardware en IBM representaba el 24% de los beneficios y hoy representa el 7%. El software un 25% y ahora es un 43% y en 2015 representará un 50% de los beneficios.
¿Y cómo plantea IBM crecer aún más en torno al software?
Vemos que hay una transformación importante en el mundo del software. Aparece una capa nueva, que se le llama en ocasiones Business Intelligence, pero que nosotros denominamos Business Analytics & Optimization…hablamos de prever y optimizar, y es donde estamos invirtiendo más. Ahí tenemos Cognos, gestión documental con FileNet, el mundo de Ilog, SPSS, Netezza.
¿Qué papel ha desempeñado y seguirá teniendo el mainframe?
El mainframe es una apuesta evidente de IBM porque los clientes lo demandan y 2010 fue un buen año de renovación tecnológica. Aparte ha traído unas implicaciones importantes como es la idea de poder abrir los atributos a sistemas distribuidos, Intel y Unix, a través de construir una máquina híbrida -es la primera vez en la historia que se hace-; y que esa capacidad de integridad, protección y solidez del mainframe se extendiera a sistemas intermedios. Es un modelo que ha sido bien aceptado con gran éxito en todo el mundo. Es además una máquina muy viva; la mayoría de las cosas que se dicen de cloud y los atributos que buscamos en cloud están en el mainframe desde el origen, ha sido una máquina virtual desde el primer día. Es un entorno en el que hemos invertido mucho y seguimos haciéndolo.
¿En qué se basa el plan estratégico de IBM hasta 2015?
Pensamos crecer un 5% anual en los próximos cuatro años -unos 20.000 millones de dólares-. Pero la variable más importante es cómo progresa nuestro beneficio por acción, que es la medida de la solidez de nuestro modelo de negocio, si funciona o no funciona. No pensamos ya en ser los más grandes en facturación, esto es lo más sencillo. Lo importante es la cantidad de valor que eres capaz de inyectar en la industria.
La subida en facturación se puede considerar prudente.
Sí, pero en cambio duplicar los beneficios por acción es mucho. Eso implica que la transformación hacia el espacio de valor tiene que ser muy fuerte. Y ese es el gran reto.
¿Cómo ve el mercado español y las posibilidades de crecimiento de IBM?
Nosotros siempre decimos una cosa: cada día más nos parecemos a los resultados de la corporación, porque a pesar de operar en esta geografía muchos de los clientes son internacionales, o porque vienen de fuera o van hacia fuera. La entidad IBM España como tal está mucho más diluida y los números se parecen mucho a los de la multinacional.
En España las estimaciones de Computing marcan una facturación para IBM de unos 2.000 millones de euros.¿Por la situación del país, puede ser este año más complicado que los anteriores, y frente a la multinacional?
Complicado siempre es un tema relativo. De la lista que yo tengo de países, España puede ser incluso el mejor de ellos. Habiendo dicho eso, es cierto que España está en una situación muy complicada pero también es cierto que es en estos momentos cuando se tienen que tomar decisiones difíciles. Por ejemplo, la Administración tiene que ahorrar mucho dinero, y ello no es hacerlo con menos gente o dejar de hacer las cosas; implica desarrollar proyectos nuevos y ese cambio tiene que venir de la tecnología. Nosotros tenemos previsto un año muy positivo en la Administración Pública en España.
Y la gran cuenta.
La empresa multinacional española está muy bien. Y la estamos acompañando en su expansión internacional. No pueden renunciar a consolidarse y crecer internacionalmente y lo estamos viendo en los proyectos con ellos. Sí vemos una debilidad muy grande en la pequeña y mediana empresa. El problema en parte es estructural, nuestra pyme es demasiado pyme y su capacidad de inversión es limitada. En este sentido, habría que estudiar el debate sobre si hay que realizar un proceso de consolidación, que la pyme no sea tan pyme.
IBM tiene en los mercados emergentes una línea de crecimiento marcada.
En 2010 han representado el 21%, en 2000 eran el 11% (está previsto que lleguen al 30 por ciento de los ingresos en 2015). Tenemos una unidad de mercados emergentes con 130 países, con unos 30 donde vemos un crecimiento sostenido; crecerán por encima del 10%, frente a los mercados maduros que lo harán por debajo del 5%.
¿Observa que se demandan más proyectos de outsourcing?
En época de dificultad económica el outsourcing siempre toma protagonismo. Es un negocio anticíclico; pero nosotros buscamos sobre todo proyectos de transformación y en este sentido hemos llevado a cabo algunos importantes, como el de ATCA (Asociación Técnica de Cajas de Ahorro), un proyecto complejo de outsourcing.
¿También IBM ve en el cloud computing una salida o alternativa para el cliente final?
En algunos casos se ve como algo revolucionario y nosotros lo vemos más como evolución. Llevamos varios años en la industria hablando de virtualización, provisión automática y se dice que ya estamos en cloud; y no es más que un proceso evolutivo en el que las organizaciones ya llevaban caminando. Para nosotros no es tan disruptivo. Estamos hablando de poner más software para gestionar más eficientemente la infraestructura.
Business Analitycs e innovación en torno a smart planet, ¿son las principales líneas de desarrollo para IBM?
En analitycs vemos más valor y hacer cosas que antes no hacíamos. Entrar en el mundo de las smart cities, cómo gestionar la seguridad de una ciudad…la idea de cambiar los sistemas de facturación de la electricidad con contadores inteligentes, etc. Ese área asociada al analitycs, medir todo, integrar la información y tomar mejores decisiones, ese es el espacio donde más potencial de progreso vemos. Observamos que se están fusionando las infraestructuras físicas y las digitales; lo diferente es la capacidad de leer lo que pasa, entenderlo y después decidir.
¿La intención es seguir comprando compañías?
Nos hemos comprometido públicamente que de aquí a 2015 vamos a invertir 20.000 millones de dólares en comprar compañías. Vemos una clara concentración en el mundo del software y movimientos en el mundo de los servicios, pero no son tan fáciles de ejecutar.
¿Qué supone ‘Watson’ en la evolución tecnológica de IBM?
Watson representa la idea de construir un planeta más inteligente. Nos damos cuenta de que las patentes que estamos registrando tienen cada vez más que ver con procesos de negocio y software, y que el ámbito de actuación de las TIC entra en los procesos sociales. En este sentido, concluimos un proyecto para competir en un concurso de televisión en Estados Unidos -Jeopardy-; desarrollamos una máquina capaz de entender el lenguaje humano, segundos significados, chistes y dar soluciones a preguntas que no están directamente escritas en una base de datos. El concurso se hizo en febrero y ganó la máquina. Es interesante porque Watson interpreta y aprende, y se equivoca; supone un salto cualitativo en la aplicación de las Tecnologías de la Información y una herramienta de ayuda en la toma de decisiones.