La Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC) ha nombrado al ex Ministro de Trabajo con el Gobierno de José María Aznar, Manuel Pimentel, como presidente ejecutivo. El modelo de presidente ejecutivo para ser el interlocutor ante la Administración Central y autonómica y cabeza visible del sector sin pertenecer a ninguna de las empresas consultoras, modelo que ya está en vigor en otras patronales como es el caso de Seopan o Unesa es, al fin y al cabo, un modelo de lobby. La iniciativa fue adoptada por el Consejo Consultivo de la patronal de las empresas de consultoría, encabezado por Regino Moranchel, vicepresidente ejecutivo de Indra, y en el que están presentes la propia Indra, IBM, Accenture, Informática El Corte Inglés y Everis, que ha creído que Pimentel puede ser el interlocutor idóneo ante el nuevo Gobierno del PP a partir de hoy mismo, 21 de noviembre. Según fuentes del sector, parece ser que la elección del nuevo presidente, que todavía no ha sido aprobada por la Asamblea General -hecho que parece bastante insólito-, ha creado desasosiego en varias empresas de la patronal que ven que este proceso de elección no ha tenido en cuenta la actividad del día a día de los trabajos de la asociación. El nuevo presidente de la patronal tendrá un gran reto ante sí, ya que a la preocupante parálisis de la actividad de la AEC por la ausencia de los informes anuales sobre el sector sanitario, energía, administraciones públicas o el desarrollo del ‘Value Shore’ y el singular informe anual de la consultoría, hay que añadir que las empresas del sector no han desarrollado una política de I+D+i y que todas ofrecen en los concursos a los que se presentan las mismas propuestas, por lo que existe una clarísima competencia en precios, así como la heterogeneidad de los socios de la patronal, en la que algunas empresas son de recursos humanos; otras tienen consultoría y auditoría; otras que también suman la ingeniería o los sistemas y, por último, las que son puramente consultoría. Ahora, y después de casi un año sin interlocutor, Pimentel toma la batuta para tutelar un mercado cifrado en unos 10.000 millones de euros, lidiar la actividad de los asociados y, al menos, mantener la credibilidad de la AEC dentro del mercado TIC.
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