Computing ha elaborado una nueva edición de su Ranking en el que recoge los datos de facturación de las compañías que conforman el sector de las Tecnologías de la Información. En esta ocasión los datos -tomando como referencia las cien primeras- apuntan un incremento del negocio que no llega siquiera al 0,9%, una cifra decepcionante que denota una caída de la recuperación del negocio durante 2011 y, previsiblemente, de cara a 2012. Habrá también que estar atentos a los datos ‘oficiales’ que emitan tanto el Ministerio de Industria como la propia patronal Ametic dentro de unas semanas, que se prevé vayan en la misma línea o que incluso marquen unas cifras más desalentadoras.
El panorama no puede ser más pesimista. La situación macroeconómica del país arrastra a la mayor parte de los ámbitos de actividad y, aunque es cierto que las TIC, logran tomar mayor cantidad de oxígeno con respecto a otros sectores, su situación no deja de ser igualmente preocupante; las Administraciones prevén reducciones en inversión tecnológica de en torno al 40%, las fusiones de las entidades financieras no ayudan y los departamentos informáticos plantean proyectos de optimización a la baja para seguir el famoso dicho de ‘hacer más con menos’.
Computing quiso reunir, como viene siendo habitual, a algunos de los principales directivos de la oferta tecnológica en torno a una mesa redonda para debatir sobre el presente y futuro de este sector. El mensaje que pronunciaron fue sorprendente: casi la totalidad de ellos definía 2011 como un buen año, excelente según el caso, y las previsiones para el presente las calificaban como favorables y esperanzadoras… La sensación de estar reviviendo ‘Doce hombres sin piedad’ florecía en el ambiente de este encuentro, con la salvedad de que no hubo ninguna voz discordante que pudiera convencer al resto de que su planteamiento inicial era erróneo.
El mensaje del proveedor no puede ser ese. Bien es cierto que habrá quien haya tenido buenos resultados durante su último ejercicio, pero la realidad del mercado se aleja de esa situación, o visión, personal. Las reducciones de plantilla en algunos casos, la disminución de partidas para I+D o el descenso de inversiones en proyectos de marketing y comunicación no dejan lugar a dudas de que hay algo que no cuadra en esta postura corporativista.