Siempre que puedo me escapo al camino y la oportunidad volvió a presentarse la pasada Semana Santa, ocasión que aproveché para hacer camino con un destino diferente a la espiritual Santiago de Compostela y la mítica Fisterra: Oviedo. Y es que, como reza el dicho, “Quién va a Santiago y no va al Salvador, visita al criado, pero no a su Señor”.
Sea Fisterra, Santiago u Oviedo el destino no es lo más importante en el camino, sino el camino mismo y en ese andar hay una máxima que, cuando se camina en grupo, es importante tener en cuenta: “siempre con el más débil”. Es la única forma de llegar y llegar completo.
No se si este valor es uno de los que intentará inculcar el veterano José de Rafael en el marco del Curso de Valores que el exdirector general de la Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC) tiene previsto impartir formando parte de las actividades de su nueva aventura profesional, The Right Person Foundation. Lo que sí es seguro es que The Right Person Foundation, tiene mucho trabajo por delante.
Y no sólo entre los más jóvenes, sino y especialmente entre los talluditos. Porque si bien es cierto que “los jóvenes son los únicos que pueden desplazar a todos aquellos hombres y mujeres que pertenecen a 25 consejos y que siguen cobrando un dineral que no se gastarán nunca”, como indicaba el propio de Rafael en unareciente entrevista en el diario Negocio, hasta que se produzca ese cambio de testigo sería deseable que algunas cosas cambiaran.
Es iluso pensar que un curso de seis meses de duración, con 21 unidades temáticas y que se impartirá bajo una fórmula mixta presencial y online, vaya a cambiar las formas de hacer y a barrer de un plumazo la corrupción, aunque haya sido elaborado con la colaboración de casi 30 profesores.
No obstante, quiero aprovechar para sumar alguno otro candidato a una lista de potenciales asistentes al curso de la que ya forman parte nada más y nada menos que la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
Y es que del mismo modo que “es indigno” que Christine Lagarde cobre un plus de 50.000 dólares por desarrollar las labores de su puesto de trabajo bajo criterios éticos, como el propio de Rafael denunciaba en su entrevista con la periodista Teresa Ruiz, es también indigno que los altos directivos de una compañía como Telefónica se repartan retribuciones millonarias, empezando por César Alierta, que recibió el pasado año una remuneración total de 10,2 millones de euros entre sueldo, bonus, acciones y aportaciones al plan de pensiones, mientras que la compañía que preside sigue mandando empleados al paro: en la última ola, la segunda, otros 1.900 de un total que se estima alcanzará los 6.500 en el periodo 2011-2013.
Irónicamente, Telefónica ha sido seleccionada como una de las mejores compañías del mundo para trabajar, según el Instituto Great Place to Work.
Junto con Alierta y el alumno de alcurnia Urdangarín, en el aula del Curso de Valores de la Right Person Foundation también habría que hacer espacio para los no pocos responsables de las ya no pocas, sino a extinguir, cajas de ahorros, que previamente a declarar la quiebra, se repartieron sumas astronómicas.
Pero me da que, ni apretando a los que necesitarían pasarse por este curso, habría espacio para todos de creer las denuncias del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, según el cual en 2009 el 82% de las empresas del Ibex 35 tenía operaciones en paraísos fiscales.