Más de 22.000 pymes europeas están actualmente financiadas por el capital riesgo, cuyas empresas participadas son, en el 83 % de los casos, pequeñas y medianas compañías, según un estudio realizado por la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (Ascri).
Esta financiación e inversión en pymes europeas supuso una inyección de capital de 10.800 millones de euros en ellas sólo en 2010, destaca el “Informe de Impacto Económico y Social del Capital Riesgo”.
Esta financiación se produce en un periodo en el que el crédito bancario a las empresas “es muy escaso“, por lo que el capital riesgo “se vuelve aún más importante”, ya que es “casi la única alternativa de financiación para muchas compañías”. Según se destaca en el estudio, en repetidas ocasiones las empresas son demasiado pequeñas para sobrevivir y competir en un mercado global, mientras que la entrada del capital riesgo permite que crezcan, al multiplicar su volumen de facturación y el resultado bruto de sus participadas, al tiempo que acelera la introducción de sus nuevos productos al mercado.
En Europa, las entidades de capital riesgo crearon un millón de nuevos puestos de trabajo de 2000 a 2004, lo que equivale a una tasa de crecimiento del 5,4 % anual, “valor muy superior a la tasa de creación de empleo del conjunto de la Unión europea, situada en el 0,7 %”. Según la Patronal Europea del Capital Riesgo (EVCA), cada empresa en “fase semilla” o arranque respaldada por capital riesgo creó una media de 46 nuevos puestos de trabajo tras la entrada del inversor, mientras que la entrada de esta financiación en las empresas “las libera de la dependencia existente entre su nivel de inversión y su capacidad de generación interna de caja”.