Intel ha lanzado un comunicado en el que avisa que las ventas que preveía para el tercer trimestre serán más bajan de lo que en un principio había proyectado. Espera tener unos ingresos de 13.200 millones de dólares con una variable de 300 millones arriba o abajo. Originalmente, sus previsiones estaban entre los 13.800 a 14.800 millones de dólares; y las de Wall Street, en los 14.200 millones.
Los motivos que le han inducido a emitir este aviso son que está percibiendo una demanda más débil en un entorno macroeconómico más complicado. Además, los clientes están reduciendo el inventario. “En relación al pronóstico anterior, la compañía está viendo que los clientes están reduciendo el inventario en la cadena de suministro en comparación con el crecimiento normal que suele tener el inventario del tercer trimestre; flacidez en el segmento de mercado del PC para empresa; y una desaceleración de la demanda en los mercados emergentes. El negocio de los centros de datos, no obstante, sí está cumpliendo con las expectativas”, alega exactamente Intel en el comunicado.
El fabricante también señala que los márgenes brutos que cree tendrá en este periodo serán del 62%, cuando antes los había situado en el 63%.
El mercado ha recibido la noticia no tan mal como se temía, pues los analistas ya esperaban que Intel no cumpliera con los pronósticos tras avanzar HP y Dell, el mes pasado, que para lo que resta de año preveían una ralentización del mercado de PC. No obstante, Wall Street no creía que esta reducción del 8% en los resultados de Intel fuera tan severa.
