Dell ya ha comunicado oficialmente que se privatiza en una de las mayores operaciones de compra desde la crisis financiera iniciada en 2007. Tal y como adelantábamos el 16 de enero en esta publicación, el que es el tercer fabricante de ordenadores del mundo ha llegado a un acuerdo para presentar una cláusula de rescisión por el total de sus acciones, valorada en 24.400 millones de dólares.
Esta cantidad será aportada en un 14% por Michael Dell, que fundó la compañía en 1984 en Austin, siendo el socio mayoritario; por la firma de fondos de inversión, Silver Lake Partners; y con deuda financiada por Bank of America Merrill Lynch, Barclays, Credit Suisse, y RBC Capital Markets. Igualmente,tal y como se rumoreaba días atrás, Microsoft también ha entrado en esta privatización, aunque de manera minoritaria, con 2.000 millones de dólares.
Según ha confirmado Dell en el comunicado oficial, este precio es un 25% más alto de lo que valían sus acciones al cierre el 11 de enero. Sin embargo, en la era de las punto.com, la compañía era el fabricante de PC número uno del mundo y su valor cuadriplicaba esta capitalización de los 24.000 millones.
Si no se producen cambios imprevistos, y esta operación es aprobada por las autoridades previsiblemente en el segundo trimestre de este año, Michael Dell seguirá siendo CEO para llevar a buen puerto su estrategia de transformación. En los últimos tiempos, el fabricante ha estado batallando con Wall Street para diversificar su negocio, más allá de los ordenadores, y convertirse en un proveedor global de servicios y software. De hecho, ha gastado bastante dinero en adquisiciones, que pavimenten esta intención, como las compras de Quest Software, SONICWall o AppAssure; y ha rediseñado su oferta, que ahora enfatiza los servicios cloud, la infraestructura convergente para los centros de datos, y el software de gestión.