Las cuentas del tercer trimestre fiscal de Microsoft han evidenciado que es una compañía de lo más fuerte y diversificada, como lo demuestran las ventas de Office y del negocio servidor; aunque no han sido suficientes para calmar las dudas que giran en torno a Windows 8, y eso que la división de Windows ha incrementado sus ingresos un 23% aportando 5.700 millones de dólares.
La cuestión es que esta cifra es ligeramente inferior a lo que esperaba Wall Street; y la compañía no ha especificado cómo se han repartido estas ventas entre Windows 7 y Windows 8, así como el rendimiento de Surface. De ahí, que continúe el escepticismo.
Pese a estas críticas, Microsoft ha logrado un beneficio trimestral de 6.000 millones de dólares, cuando en los mismos meses de 2012, las ganancias eran de 5.100 millones. Y la facturación también ha subido un 18% al ingresar en total 20.490 millones de dólares.