Microsoft 3.0, una reorganización todo en uno

Microsoft ha llevado a cabo su mayor reorganización interna en cinco años para agilizar el desarrollo de todos sus productos, desde Windows hasta las tablets, con la esperanza de superar a sus rivales más ágiles en movilidad y cloud.

Publicado el 12 Jul 2013

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Con el lema One Microsoft, la directiva de la compañía ha explicado los detalles de la mayor reorganización interna que han llevado a cabo en cinco años, y que ha sido confeccionada para convertiral fabricante en una máquina de servicios y dispositivos. Según se lleva comentando en la industria, la falta de coordinación y las luchas internas estaban minando la capacidad de innovación del gigante del software, repercutiendo en sus ingresos (del orden de 74.000 millones de dólares). Por lo que ya era hora de cambiar las tornas.

En lo relativo al negocio, Steve Ballmer permanece como CEO y tampoco hay ningún cambio en la cúpula. De las unidades de negocio, la nueva Microsoft no va a estar dividida por líneas de servicios y dispositivos como algunos pensaban; es un poco más complicado que eso.

Hasta la fecha, el fabricante tenía repartido su negocio en cinco unidades: Windows, Servidores y Herramientas, Microsoft Business Division, Entretenimiento y Dispositivos, y Servicios online, cada una de las cuales con su propio presidente y director financiero. Pero, a partir de ahora, los tres sistemas operativos de Microsoft quedan englobados en una sola división a fin de compartir más tecnologías y componentes; y de estas cinco unidades de negocio se ha pasado a cuatro grupos de ingeniería. Asimismo, la estrategia de marketing y de negocio para todas las líneas de producto de Microsoft queda fuera de las unidades individuales para quedar en un grupo centralizado transversal.

La finalidad de este movimiento es quitar a los directivos responsables de los nuevos cuatro grupos creados, las responsabilidades de contabilidad, ventas y beneficios para que estén más centrados en la innovación y eliminar así feudos.
En el nuevo organigrama, los responsables de las cuatro nuevas divisiones de ingeniería creadas, junto con un grupo de ejecutivos a cargo de los nuevos grupos funcionales centralizados (como el de marketing), reportarán directamente a Steve Ballmer. Y la mayoría de estos responsables son nombres familiares de la compañía. Así, los cuatro nuevos jefes de ingeniería son:

Terry Myerson, hasta ahora cabeza de Windows Phone, pasa a ser el responsable del nuevo Grupo de Sistemas Operativos.
Qi Lu, hasta ahora cabeza de la división de Servicios Online, pasa a ser el responsable del nuevo Grupo de Aplicaciones y Servicios. Satya Nadella, hasta ahora cabeza de la división de Servidores y Herramientas, pasa a ser el responsable del nuevo Grupo de Cloud y Empresa. Julie Larson-Green, hasta ahora cabeza de la división de Windows y Surface, pasa a ser el responsable del nuevo Grupo de Dispositivos y Estudios.

Otros cambios producidos a nivel directivo son que Kurt Delbene, hasta ahora presidente de Microsoft Business Division, se va de la compañía; Don Mattrick, que era presidente del negocio de Entretenimiento Interactivo de Microsoft acaba de aceptar el puesto de CEO en Zynga; Craig Mundie deja el grupo directivo senior para trabajar en un “proyecto especial” sin especificar de Ballmer hasta finales de 2013. Posteriormente, seguirá siendo consultor hasta finales de 2014.

En cuanto a los grupos de negocio transversales, Marketing será conducido por Tami Reller, que era la responsable de Marketing y CFO de Windows y Surface; el grupo de Evangelista y Desarrollo de Negocio será dirigido por Tony Bates, hasta ahora presidente de Skype; el grupo de Finanzas estará a cargo del actual CFO de Microsoft, Amy Hood; el grupo de Asuntos Legales continua siendo liderado por Brad Smith; y el de Recursos Humanos, por Lisa Brummel. Kevin Turner sigue siendo el jefe de Operaciones (COO) de Microsoft.

El objetivo de Microsoft con esta reorganización, -que atañe a 98.000 empleados-, es transformarse en una compañía tecnológica más ágil y sensible a los cambios, pasando de funcionar a través de silos a ser una entidad más coherente y colaborativa. Supuestamente, esta nueva estructura ayudará a Microsoft a ofrecer soluciones nuevas de hardware, software y servicios con mayor rapidez al alinear los equipos de trabajo en interfaces de programación común, tiendas comunes, y aplicaciones y servicios comunes. Y todo ello, con el fin último de difuminar aún más las líneas entre el consumidor y la empresa con sus productos y servicios.

Así lo expresaba Steve Ballmer en un fragmento recogido de la carta enviada a los empleados, en el que explicaba: “En un proceso sabio, cada iniciativa importante de la empresa (producto o escenario de alto valor) tendrá un equipo que abarca varios grupos para asegurar que tengamos éxito en nuestros objetivos. Nuestra estrategia impulsará las iniciativas que hayamos acordado y nos hayamos comprometido en las reuniones de personal. Cada iniciativa importante tendrá un campeón que me reportará directamente a mí o a uno de mis subordinados directos. Este campeón conducirá un equipo multi-empresa para llegar al éxito, pero todo mi equipo adquirirá el compromiso de que esta iniciativa tenga éxito. Ciertamente, tener éxito en los dispositivos móviles, Windows, Office 365 y Azure será fundamental. Xbox y Bing también serán futuros contribuyentes clave para el éxito financiero. Culturalmente, nuestros valores fundamentales no cambian, pero sí la forma de expresarlos y de actuar día a día, que deben evolucionar para que trabajemos juntos para ganar. Y las claves para la nueva Microsoft son las siguientes: ágil, comunicativa, colaborativa, decisiva y motivada”.

Carta de Steve Ballmer a los empleados

Organigrama directivo

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Redacción Computing

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