Jean-Michel Bérard, fundador y CEO de Esker, ha visitado nuestro país y ha tenido una parada con la prensa para explicar cómo va avanzando su compañía, y cuál es su estrategia a corto-medio plazo.
Este “artesano de la automatización de los procesos documentales”, como lo denomina Jesús Midón, director general de Esker Ibérica, es una compañía de más de 40 millones de euros de facturación, con una rentabilidad de 13 millones, 300 empleados y que en los últimos años ha duplicado el valor de sus acciones, pasando de siete a 14 euros.
Unos logros que se deben a factores como que es capaz de multiplicar por cuatro la productividad de las compañías en materia de gestión de las facturas y albaranes; un hecho bastante apreciado ahora en tiempos de crisis pues según Jean-Michel Bérard, “aunque se han reducido los volúmenes de compra, no el número de pedidos que han subido para no acumular stock a pesar de que su cuantía es menor. Esto se traduce en un mayor flujo de documentos a gestionar por menos gente, que ha llevado a las organizaciones a implantar soluciones de automatización”.
De acuerdo a datos de la compañía, la reducción de la intervención manual en los procesos documentales puede reducir los costes y tiempos de gestión en torno a un 40%. Y por ejemplo, en tareas concretas como la captura y tramitación de pedidos de clientes, los plazos se pueden reducir hasta un 90% y los costes hasta un70%.
Por otro lado, Esker lleva desde 2005 ofreciendo sus soluciones desde la nube, hospedadas en sus dos CPD de Lyon (Francia) y Estados Unidos, “un modelo que también gusta mucho a nuestros clientes que no tienen que invertir en la plataforma”. No en vano, el 70% de la facturación de Esker procede de este negocio, “un ingreso muy regular, recurrente, que nos facilita nuestras perspectivas de venta y es algo que los inversores valoran mucho porque las predicciones son más limpias”,apunta Jesús Midón.
La contribución de España
Del total de ingresos de la compañía, el 40% procede de Estados Unidos, y Francia es su segundo mayor mercado con un 33%. El 27% restante se reparte en otras economías, constituyendo España el 5% del negocio de Esker; una cifra “sorprendentemente muy satisfactoria por la situación de crisis del país”, destaca Bérard.
Ante la buena evolución de la filial española, Esker ha decidido reforzar su apuesta por dos sectores emergentes: el farmacéutico y el de alimentación. El mercado sanitario sigue siendo muy tradicional pues la entrada de pedidos se sigue haciendo vía fax por lo que las soluciones de digitalización y automatización son bien demandadas. Y el sector de la alimentación, también muy tradicional, es uno de los menos afectados por la crisis porque exporta mucho y no depende del mercado interior.
En cuanto a la Administración Pública, un segmento muy ligado al papel, Jesús Midón reconoce que “no es un buen sector para nosotros porque para entrar hay que ir de la mano de grandes integradores, y ahí hay mucho politiqueo. No vamos a perder el tiempo en dedicar recursos cuando luego los pliegos se adjudican a empresas como Indra por criterios poco claros. Aún así, tenemos algunos clientes como Correos o el Ministerio de Justicia”.
A este envite sectorial se une la estrategia global de la corporación, cuyos ejes son las soluciones de automatización y desmaterialización de los flujos de documentos; el modelo cloud; y su nueva apuesta por los entornos de colaboración entre los clientes y proveedores. “Queremos enriquecer el portfolio con valores añadidos como la colaboración o networking empresarial”, –especifica el CEO de la firma-, “por ello, ofreceremos un portal para informar a los proveedores del status de sus facturas proporcionándole un feedback que muestre si la factura está pendiente de pago, está pagada, o hay algún error o complicación. Esta comunicación más fluida agilizará el proceso de la gestión de las facturas”, concluye.