Los pasos que se están dando encaminados a digitalizar las organizaciones se han encargado de acelerar su metamorfosis y ya hablan de orquestar iniciativas ligadas a la innovación y a los propios sistemas. Lo relacionado con lo digital empapa a las compañías y es por eso que ha pasado a considerarse un imperativo que atañe a todo tipo de departamentos; la involucración de áreas de negocio como recursos humanos, finanzas o compras es cada vez más relevante y, a su vez, son muchos responsables de TI los que quieren alejar de su entorno la figura del Chief Digital Officer.
En sí mismo, el CDO debe permitir acelerar la experiencia de usuario y tener conocimientos en analítica de datos, tecnología y marketing, lo que le hace atractivo y necesario para muchas empresas. ¿Y qué pasa con el CIO? Hay quienes dirán que pueden ser complementarios, cierto, pero también lo es que quizás se equivoque si prefiere verse relegado a un papel de mero implantador; su peso sin duda decrecerá porque el CDO se presenta con objeto de formular estrategias, estar cerca del negocio y materializar planes. Se entiende que el compromiso de la digitalización “debe ser de todos”, como subraya un director de Tecnología, sin embargo el CIO no debe ceder el testigo de un modo gratuito o su protagonismo quedará cuestionado; su objetivo, adoptar una mentalidad digital que le haga liderar esa transformación ya en marcha.
