Según informaciones de Reuters, Samsung estaría considerando la posibilidad de dividirse en dos empresas diferentes para fortalecer el valor accionarial de la empresa y fortalecer su liderazgo en el mercado de smartphones, la joya de la corona del grupo. Aunque no han transcendido detalles de la operación, Samsung podría crear un holding encargado de gestionar la propiedad de la marca y otra empresa que aglutinaría las operaciones de las áreas de producto, smartphones incluidos.
Aunque ningún miembro de la familia Lee, dueños de la compañía, ni del grupo han hecho comentarios al respecto, parece que este mismo martes se podrían conocer decisiones del consejo de administración capitaneado por Jay Y. Lee, que tomó el control de la empresa tras la jubilación de su padre.
El fondo de inversión Elliot Management estaría detrás de estas recomendaciones, que se hacen más necesarios tras la dramática sucesión de acontecimientos que han puesto contra las cuerdas al gigante asiático. A la retirada de los Galaxy Note 7, tras la explosión de algunos de estos dispositivos en pleno vuelo, el gigante coreano tuvo que sumar el escándalo y acusaciones de corrupción por parte del gobierno surcoreano.
Esta sucesión de desgracias encadenadas ya tuvo una consecuencia directa en los beneficios operativos de la división de electrónica entre enero y septiembre que cayeron un 30% respecto al mismo periodo del año anterior. Lo peor, no obstante, es que las ventas de su división de aparatos móviles sufrieron un desplome del 96% interanual lo que lastrará los resultados de la compañía durante los próximos dos años.
El anuncio de los resultados trimestrales de la compañía coincidió con el nombramiento de Lee Jae-yong, único hijo del fundador y dueño del grupo y heredero del negocio, como nuevo miembro del consejo de administración de la división de electrónica.