Apple no es tan rentable ni crece al ritmo que lo hacía en otros tiempos. En el primer trimestre de su ejercicio fiscal 2017, cerrado el 31 de diciembre pasado, la compañía de la manzana registró unas ventas récord de 78.400 millones de dólares, un 3,3% más, con lo que logra revertir una tendencia a la baja que se mantenía desde hace casi un año. Sin embargo, el beneficio cayó un 2,7%, hasta los 17.900 millones de dólares. Hay que tener en cuenta que el periodo coincidió con el tramo de ventas navideñas, que se vio favorecido por una subida del iPhone, su producto estrella, de un 5%. En concreto, Apple, que renovaba su gama de smartphones con la salida del iPhone7, vendió 78,3 millones de unidades, que le supusieron 54.400 millones de dólares, casi un 70% de la facturación total.
Los resultados del periodo también confirman el declive de las tabletas con el logo de la manzana. Entre octubre y diciembre, Apple comercializó algo más de 13 millones de iPads, casi tres millones menos que en el mismo periodo del año anterior y que le dieron unos ingresos de 5.533 millones de dólares. Mucho más estable se mostró el negocio de los Mac. En los últimos tres meses del año, se comercializaron casi 5,4 millones de portátiles y sobremesas, prácticamente la misma cifra que un año antes. Esas ventas reportaron a la firma que dirige Tim Cook 7.244 millones de dólares.
“Nuestros resultados del trimestre de navidad han registrado las mayores ventas trimestrales en la historia de Apple, y han batido varios récords. Hemos vendido más iPhone que nunca antes y hemos alcanzado nuevos récords en ventas de iPhone, servicios, Mac y Apple Watch”, aseguraba Tim Cook, consejero delegado de Apple. En cualquier caso, ni Apple ni otros fabricantes de teléfonos móviles mantienen los crecimientos de antaño, toda vez que los periodos de renovación cada vez se hacen más largos y, con la aparición de potentes proveedores de contenidos como Netflix, hoy es menos determinante la plataforma desde la que el usuario se conecta.