La industria tecnológica está basculando de la computación tradicional en el puesto de trabajo a la que se desperdiga más allá, por las calles de las ciudades, la ropa o el coche. Prueba de ello es la inversión de 14.000 millones de euros que hará Intel, fabricante por antonomasia de los chips para ordenador, en la compra de Mobileye, una compañía de tecnología israelí dedicada a desarrollar sensores y componentes electrónicos para el sector del transporte.
Desde que se dispararon los rumores de compra, destapados por la prensa israelí, Mobileye, que cotiza en el NYSE, ha visto cómo sus acciones se revalorizaban un 29%. Para Intel, la operación supone el desembolso de alrededor de un 10% de sus reservas de cash. La firma israelí, que tiene una capitalización por encima de los 10.000 millones de dólares, fue fundada en 1999 y desarrolla cámaras y sensores captan elementos del tráfico y de la carretera, como coches, obstáculos y peatones. Estos componentes, además, se venden en packs cerrados a los fabricantes.
De hecho, los sistemas de Mobileye están en el corazón de los sistemas de frenado automátuico y detección de colisión de varias marcas. Es un terreno donde competidores de Intel como Qualcomm o Nvidia ya habían aterrizado. Actualmente la empresa israelí colabora con el fabricante de componentes para vehículos Delphi, con sede en Michigan. con el que trabaja para crear un sistema de conducción autónoma integrado para 2019, lo que sería un hito en la industria. También llevaba algo más de un año colaborando con la misma Intel, en una alianza a la que se sumó recientemente BMW.
Hay que recordar que Mobileye era proveedor de Tesla, otra de las compañías de referencia en el mundo del coche autónomo, aunque ambas rompieron relaciones después de acusarse mutuamente del accidente de un Tesla Model S que se estrelló con un camión mientras conducía el sistema de control de crucero.
