La incertidumbre implícita en el mercado laboral está llevando a los departamentos de Recursos Humanos (RRHH) a reinventarse e implementar nuevos esquemas para atraer y retener talento. En un mercado cada vez más competitivo, los agentes económicos están desplegando considerables recursos para mejorar el atractivo de la marca de su empleador. Sin embargo, una clara prioridad comienza a imponerse: el concepto de bienestar y el desarrollo personal profesional.
Los equipos de Recursos Humanos juegan un papel clave a este respecto. Ya en 2016, el barómetro Cegos sobre HRB (Human Resources Business) apuntaba a que una de las cualidades que los empleados esperan de su departamento de RRHH. es la capacidad de escuchar (65%). Esto significa que la relación con los empleados es de vital importancia y, ésta, debe incorporar un componente “emocional”.
Esta es una realidad genuina que requiere un esfuerzo diario, no un truco temporal de marketing para atraer nuevos talentos
Se trata, por tanto, de crear una experiencia genuinamente colaborativa. Del mismo modo que hablamos de “experiencia del usuario“, el único propósito de la “experiencia del empleado” es asegurar que los compañeros de trabajo puedan vivir/experimentar momentos especiales en la empresa, lo que les permitirá desarrollar todo su potencial mientras trabajan para lograr un fin común. Esta es una realidad genuina que requiere un esfuerzo diario, no un truco temporal de marketing para atraer nuevos talentos.
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El compromiso de los empleados se basa en tres pilares principales:
Presentar un proyecto claro a compartir, ofreciendo al personal un propósito definido
Una encuesta realizada por Deloitte a finales de 2017 a más de 2.300 personas muestra lo importante que es para los trabajadores encontrar un propósito concreto (87% de los encuestados) para su tarea, por percibir esta búsqueda como una meta colectiva, sin menoscabar, eso sí, el trabajo individual. Por ello, el concepto de “bajón” (decaimiento), aún poco conocido por los gerentes y los equipos de RR.HH., debe ser tomado en serio.
Reconocer la individualidad y el derecho de los trabajadores a ser ellos mismos
Las empresas deben considerar los factores que impulsan la motivación personal de sus empleados. Así, deben procurar las condiciones necesarias para promover este compromiso individual, sin imponer un enfoque único y obligatorio: modos de gestión innovadores y abiertos, implementación de esquemas voluntarios de teletrabajo, etc.
El estudio anual ‘Familia y Empresa’ realizado por Viavoice (octubre 2017) ofrece un buen ejemplo: el 68% de los encuestados considera que el equilibrio trabajo-familia es un tema prioritario que las empresas deberían abordar considerando las horas de trabajo y ajustándolas a las diferentes realidades individuales. El concepto “Take Care” (cuidar) adquiere todo su significado en este sentido, convirtiéndose en una habilidad crítica que los equipos de Recursos Humanos deben dominar.
Cumplir con los compromisos y mantener relaciones a largo plazo con los empleados
Según el barómetro Cegos HRB, los empleados esperan que sus departamentos de RR.HH. respeten los compromisos acordados (65%) y mantengan su integridad moral (61%). En términos prácticos, esto invoca la capacidad de la empresa para cumplir los compromisos estipulados al contratar al empleado y asegurar la “famosa” experiencia prometida.
Aunque en términos generales no hay estudios que midan la correlación matemática entre el bienestar y el rendimiento, el coste de la infelicidad en el trabajo, y el estrés en particular, son responsables de más del 50% del absentismo en el lugar de trabajo. Esta información constata que las personas son el corazón del rendimiento empresarial.
Sin embargo, eso no significa que los empleados deban ser encumbrados al estatus de reyes. Los requisitos impuestos por el departamento de Recursos Humanos y la Gerencia deben ser tenidos en cuenta en esta ecuación, a fin de mantener una relación equilibrada que no favorezca ni el interés individual ni el colectivo, manteniendo así una correlación de igual a igual en la que el desarrollo profesional individual contribuya al desempeño colectivo.