Informática El Corte Inglés ha creado un marco de reflexión en Zaragoza en torno a la presencia de la mujer en las Tecnologías de la Información y a cómo vencer la brecha de género que existe en la actualidad. Vicente Calzado, director general adjunto de la compañía, adelanta que, en esta etapa de transformación digital, todo tipo de organizaciones deben subirse al carro y apostar por la igualdad: “En 2017, había 8,5 millones de profesionales TIC en Europa y solo el 17,2% eran mujeres, pero lo más grave es que hace diez años este porcentaje era del 22,5%”. Indica que debería haber nueve millones de profesionales para acometer la transformación digital de las empresas, “necesitamos talento digital femenino para que Europa sea más competitiva”. En España, la situación es parecida -16,1% de mujeres- y también con tendencia decreciente. Como apunte, Calzado alude a las dificultades de las empresas para encontrar mujeres licenciadas en especialidades STEM.
El foro de debate organizado por IECISA ha contado con Pilar Alegría, consejera de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno de Aragón. “Hay que favorecer la igualdad, si no, es un problema para la economía ya que no podemos prescindir de ese capital que aportan las mujeres; aunque hay dificultades tanto para captar talento en las compañías tecnológicas como para contar con mujeres”, comenta. Según su impresión, siguen existiendo barreras sociales y culturales para optar por carretas tecnológicas y científicas, “hay estereotipos que determinan que las mujeres vayan por otros caminos, es importante sacar a la luz referentes femeninos”.
La realidad es que la presencia de la mujer en ámbitos tecnológicos es muy negativa y hay que seguir empujando para revertir esta situación. Una forma de hacerlo es por medio de la educación: “Se debe poner en marcha una educación inclusiva y de igualdad”, sugiere Pilar Alegría.
María Villarroya, doctora de Arquitectura y Tecnología de Computadores de la Universidad de Zaragoza, subraya el hecho de que sigue bajando la presencia de mujeres en estudios de ingenierías; “la motivación tiene que venir en la educación primaria, falta autoestima en matemáticas y se tiene que fomentar”. Según indica, tiene que haber igualdad en todos los campos, no se puede desperdiciar el talento”. Aunque la realidad también es que hay mucho abandono de las mujeres en el ámbito profesional de las TIC, “debido a horarios extremos, ambiente de trabajo y conciliación laboral”.
La presidenta de la Asociación Española de Consultoría, Elena Salgado, entiende que “competencias digitales va a necesitar toda la población activa, otra cosa es que las empresas TIC lideren esa transformación digital”. Más allá de eso, para Salgado, “lo importante ahora es que la lucha es colectiva, la igualdad normativa se ha conseguido, y antes era individual, ahora incorporamos la diversidad”. Pero hay que tener cuidado, según Salgado, “porque tecnologías como IA pueden contribuir a ampliar la brecha mientras se mantengan los estereotipos”.
También presente en el encuentro de IECISA, Helena Herrero, presidenta de HP España y Portugal, considera igualmente que “se necesitan competencias digitales desde el punto de vista de cualquier área de las compañías”. Menciona la importancia de los referentes, de la incorporación de la mujer a puestos directivos y de entender la diversidad como el factor creativo; “y la ayuda de la tecnología a la conciliación”.
Helena Herrero sostiene que “las empresas tienen mucho por hacer, tiene que estar en la agenda de los CEO, hay que medirlo y compararlo; y para la mujer es una oportunidad de ocupar un papel mucho más importante en torno a las competencias digitales”.
Otro punto de vista lo ofrece María López, CEO de Bitbrain, una startup de desarrollo tecnológico centrado en aplicaciones de neurotecnología. “El cerebro de la mujer y del hombre no determina que haya menos mujeres en STEM, no se puede echar la culpa al cerebro”, sentencia. Sugiere que “están asumidos roles a los hombres y mujeres que hacen que se alimenten los estereotipos; por ejemplo, no hay evidencia científica que determine que las mujeres sean peores en matemáticas”.
