El PC, sobre todo el que se dirige a empresas, ha tirado del negocio de Dell en los últimos meses y ha compensado las caídas en ventas de otras gamas de producto, como los servidores o networking. Según el último informe de la compañía, la multinacional acabó el segundo trimestre de su año fiscal corriente, concluido el 2 de agosto, con unos ingresos de 23.400 millones de dólares, un 2% más. Por su parte, el margen operativo del periodo se elevó a 519 millones de dólares, lo que contrasta con las pérdidas de 13 millones registradas en el mismo periodo del año anterior. Mientras tanto, el beneficio neto también se recuperó significativamente, llevando a los 4.505 millones de dólares, por unos números rojos de 461 de millones en 2018.
Por unidades de negocio, la de Soluciones de Infraestructura (que engloba servidores, almacenamiento, centro de datos o redes) sufrió entre mayo y julio, y generó un negocio de 8.600 millones de dólares, un 7% menos. El storage, las ventas se mantuvieron en los mismos niveles, mientras que en servidores y networking, el negocio se resintió nada menos que un 12%. El beneficio operativo de esta unidad se situó en 1.100 millones de dólares (12,2% de margen)
Mejor fueron las cosas a Dell en informática personal. La unidad de Client Solutions, que engloba el negocio de PC, dio lugar a unos ingresos en el segundo trimestre de 11.700 millones de dólares, lo que supuso un 6% de avance con respecto al mismo periodo del año fiscal precedente. En el apartado de PC profesionales, las ventas crecieron hasta un 12%. Peor fueron las cosas a Dell en PC de consumo, que cayeron un 12%. Sin embargo, los PC domésticos suponen relativamente poco en el total de ordenadores que comercializa la marca, no llegando al 20%.
Por último, las ventas de VMware se situaron en 2.500 millones de dólares en el trimestre, un 12% más. La marca de referencia en el mundo de la virtualización dejó a Dell un beneficio operativo de 762 millones de dólares, lo que supone un margen de casi el 31%.
