Hoy viernes Indra ha anunciado que retira las propuestas del ERTE y de la rebaja salarial presentadas el 27 de marzo, que afectaba al 6% de los empleados y plateaba rebajas de sueldo (del 5% al 25%, en función de las retribuciones) para el resto de la plantilla durante un periodo de tres meses. En su momento, Indra reaccionó con un ERTE a la crisis sanitaria y económica. En su análisis, la situación “se va a agravar en los siguientes meses” y el objetivo de esa medida era “evitar daños mayores para el empleo en el futuro, buscando el interés general de la empresa”.
La compañía asegura que durante los últimos días ha mantenido conversaciones con los trabajadores en las se han planteado “distintas contrapropuestas” que ha “analizado y evaluado con detenimiento”, aunque ha llegado a la conclusión de que no eran suficientes para “alcanzar los objetivos estimados”. En una nota reitera la compañía que con su propuesta inicial “se evitaba probablemente la necesidad de abordar en el futuro cercano otras medidas más duras y que además tendrían más asimetría en cuanto a la afectación individualizada para una mayor parte de la plantilla”.
Como la dirección de Indra no ve sentido en llegar a acuerdos que no permitan abordar el ajuste que requiere la situación del mercado y “así evitar daños mayores para el empleo en el futuro”, ha decidido retirar sus propuestas de ERTE y de rebaja salarial y buscará “un cauce para compartir con la representación de los trabajadores la evolución de las estimaciones de la empresa”. En definitiva, el ajuste de la tecnológica que preside Fernando Abril-Martorell y que cuenta con 28.000 empleados en España, queda en el aire. Eso sí, en la nota Indra asegura que su consejo de administración, presidente, consejeros ejecutivos y la alta dirección se aplicarán las rebajas salariales que habían sido propuestas.
