Términos como paridad, conciliación, techo de cristal o cuotas se han repetido mucho en los últimos años para ser mejor o peor acogidos en las empresas. No se puede hablar de una moda, una tendencia, y muchos menos de una amenaza, cuando nos referimos a la evolución del papel de las mujeres en la sociedad, sino de justicia e igualdad de oportunidades; de considerar el talento de personas, da igual el género, que alcanzan sus objetivos por mérito propio.
Este cambio de modelo social y laboral rompe con los roles establecidos, pero únicamente trae ventajas. Las mujeres representan el 51,4% de la población en edad de trabajar y contribuyen a un 41,5% del PIB. Eliminar las desigualdades del mercado laboral en su conjunto supondría sumar 230.847 millones de euros al PIB actual, esto supone un 18,5% del PIB. Además, este incremento potencial en la economía vendría impulsado por la creación de 3,2 millones de empleos femeninos equivalentes a jornada completa y por el aumento promedio de la productividad femenina de 1.301 euros, según el Índice ClosinGap elaborado por PwC en 2020.
La evolución de la que venimos hablando se refleja en los datos. El 47% de las profesionales españolas del sector TIC ha visto mejorar los niveles de igualdad de género en su organización en los dos últimos años, y otro 62% cree que sus habilidades y experiencia fueron valoradas por encima de cuestiones de género durante el proceso de reclutamiento, según el informe ‘Women in Tech 2021. Where are we now? Understanding the evolution of women in technology’, elaborado por Kaspersky. Esta progresión en tan corto espacio de tiempo representa un paso positivo hacia la inclusión en el sector TI. Así, el 64% de las mujeres españolas encuestadas coinciden en que ahora tienen más confianza en que su opinión sea respetada desde el primer día. Sin embargo, aún hay margen de mejora.
El Índice ClosinGap se situó en el 64,1%, entendiendo el 100% como la paridad total, y revela, por tanto, un 35,9% de brecha de género que todavía queda por cerrar. Esta noción se ve respaldada por la constatación de que el 34% de las profesionales sostiene que los hombres progresan más rápido que ellas en el espacio tecnológico. Y un porcentaje similar (39%) está de acuerdo en que un reparto más equitativo entre ambos géneros favorecería el desarrollo profesional y la rectificación de este desajuste. En cambio, un 24% opina que la falta de referentes femeninos en la industria tecnológica constituye un elemento disuasorio de importancia para las niñas a la hora de decantarse por este sector para desarrollar su carrera profesional.
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Los efectos de la pandemia
A pesar de que los datos de ‘Women in Tech 2021’ apuntan a que el aumento del teletrabajo en el último año ha generado un impacto favorable en el alcance de la igualdad, -no en vano, el 34% de las profesionales considera que esta ha mejorado entre los equipos que trabajan a distancia-; otros estudios, como el de‘Women in Business 2021’ de la consultora Grant Thornton realizado en empresas de 50 a 500 empleados, señalan que el efecto de la pandemia ha provocado un estancamiento en el avance de los planes de igualdad de género en las compañías españolas, obligadas a la implementación de medidas de urgencia centradas en la supervivencia operativa y dejando en un segundo plano los esfuerzos en materia de diversidad.
En concreto, tres de cada 10 empresas (26%) reconocen no haber emprendido ninguna medida para mejorar el equilibrio de género en sus respectivas plantillas directivas, una cifra que supone un aumento de 15 puntos en relación con el año anterior, cuando solo un 11% aseguraban no haber hecho nada. Esto se traduce en que la igualdad de género todavía no está entre las 10 primeras prioridades para el 70% de las empresas a nivel global, según una encuesta del IBM Institute for Business Value (IBV).
El 51,4% de la población en edad de trabajar son mujeres y contribuyen a un 41,5% del PIB
Tras más de cinco años de tendencia alcista, sobre todo los dos últimos -del 27 al 30% en 2019 y del 30 al 34% en 2020-, durante el último ejercicio la presencia de mujeres en puestos directivos en nuestro país se ha mantenido estable y alcanza en la actualidad el 34%. Pese al ligero parón del año pasado, la cifra de mujeres directivas en la empresa española se equipara con la media europea (34%) y se sitúa tres puntos por encima de la media global (31%).
Si nos detenemos a analizar los datos por regiones, ‘Women in Business’ arroja resultados favorables para la Comunidad de Madrid, que lidera el ranking en España subiendo un punto hasta alcanzar el 39% de mujeres en puestos directivos; Cataluña sube del 32 al 34%, Galicia del 31 al 33%, Andalucía del 26 al 29%, Comunidad Valenciana del 23 al 26% y, a la cola, se sitúa País Vasco, que baja un punto hasta el 23%.
España, a la cabeza de Europa en directivas de Operaciones
Recursos Humanos es un año más el área que más mujeres aglutina en la alta dirección española, con un 35%, seguido de cerca por la Dirección Financiera (32%). El mayor aumento respecto al año anterior se ha registrado en la Dirección de Operaciones (28%) y de Marketing (25%), ambas con un incremento de cuatro puntos porcentuales respecto a los datos de 2020. Esta cifra sitúa a España a la cabeza de países europeos con más mujeres en puestos de Dirección de Operaciones. No sucede lo mismo con las mujeres que ocupan puestos de dirección en el ámbito de la Logística ya que, según el informe ‘El Liderazgo Sostenible en la Logística’ de EAE Business School, esta cifra está por debajo del 25%.
Por detrás de los roles antes mencionados se sitúan otros como el de directora de Ventas (14%), Corporate Controller (8%) o socia en firmas de consultoría o servicios profesionales, que queda en el último puesto de la tabla con un 7%. A nivel europeo, el mayor incremento lo protagonizan las mujeres CFO, alcanzando el 32%, lo que representa un aumento de cuatro puntos respecto a 2020. En el área de Ciberseguridad la presencia femenina también ha ido aumentando progresivamente hasta llegar a duplicarse en los últimos seis años, según los datos aglutinados en el documento ‘Las mujeres en Ciberseguridad’ elaborado por el Instituto SANS en 2020.
Destaca el ligero estancamiento de las mujeres CEO en España, con un retroceso de dos puntos en el último año, situándose en el 23%. Pese al parón, las mujeres con puestos de máxima responsabilidad en la empresa española continúan por encima de la media europea (21%) y en línea con la global (26%). Escarbando en el origen de la falta de profesionales femeninas a la cabeza de las organizaciones, tanto grandes corporaciones como pymes, encontramos que solo el 9% de los ‘business angels’ (personas físicas con capacidad de inversión y conocimientos sobre una materia) en España son mujeres y que, entre las mujeres inversoras, solo el 13% lo hace de manera recurrente, frente al 43% de los inversores hombres, que sí cuentan con una cartera diversificada. Estos datos han sido extraídos del webinar ‘Mujeres que invierten en sectores de futuro’ realizado por Dozen Investments.
Principales medidas de diversidad de género en España
Aunque la Covid-19 ha supuesto un ligero frenazo generalizado en cuanto a la implementación de nuevas iniciativas para avanzar en diversidad, Grant Thornton señala que las compañías españolas han mantenido en marcha algunas acciones con el objetivo de mejorar la paridad e igualdad de oportunidades en sus plantillas. Entre estas medidas destacan la de garantizar un acceso equitativo a las oportunidades de desarrollo laboral, así como las políticas de trabajo flexible, ambas con un 35%, seguidas de la creación de culturas corporativas inclusivas (32%).
En España, por detrás de estas acciones, se sitúan la revisión de los métodos de contratación (26%), el desarrollo de programas de mentoring y coaching (23%), la vinculación de la retribución de la alta dirección a objetivos de género (18%) y la posibilidad de acceder a cursos para evitar sesgos inconscientes (16%).
Sin embargo, de nada sirve empezar la casa por el tejado. Según recoge el informe del ONTSI (Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad), adscrito a Red.es, solo el 0,5% de las graduadas en España lo son en disciplinas TIC específicas, en el caso de los hombres aumenta hasta un 3,5%. Sigue existiendo, por tanto, una clara dificultad para la incorporación de la mujer en ámbitos tecnológicos. Todo ello se traduce en un porcentaje muy reducido de mujeres trabajando como especialistas TIC (19,7%) en el tejido productivo español. Lo que indica que sentar las bases de una educación sólida es la mejor solución para construir un futuro próspero para todas las personas en todos los ámbitos.
Panorama internacional
El freno registrado durante el último año a causa de la Covid-19 ha provocado que España salga del top 10 mundial de los países con más mujeres directivas, pasando a ocupar en la actualidad el puesto 14, según refleja el documento ‘Women in Business’ de Grant Thornton. La caída se debe principalmente a la mejora del porcentaje en algunos de los 29 países analizados como Alemania, que con un incremento de 8 puntos en relación con el pasado año (38%), es el único país europeo de los estudiados que se sitúa por encima de España, igualado con Reino Unido (34%). Francia (33%), Irlanda (33%), Grecia (33%), Italia (29%) o incluso Suecia (30%) presentan un dato menor que el español.
Una encuesta global online, diseñada para apoyar los resultados de la investigación de ‘Women in Tech’ de Kaspersky, muestra cómo los avances en equidad de género se producen a distinto ritmo según la región geográfica: en Europa la situación parece haber empeorado en los últimos dos años; mientras que en América del Norte la transición hacia el teletrabajo puede haber acelerado el equilibrio. Por otro lado, en América Latina, la educación está impulsando el empoderamiento entre las mujeres jóvenes en la tecnología; y, finalmente, en Asia Pacífico cada vez son más mujeres las que desarrollan carreras de éxito.