El consejo para el comercio y desarrollo de las Naciones Unidas (UNCTAD) ha confirmado una más que probable subida del 11% en los precios al consumidor de los productos informáticos, electrónicos y ópticos, a consecuencia del aumento de las tarifas de los fletes tras el estallido de la guerra de Ucrania.
Aunque todavía no está claro cómo afectará la guerra a las cadenas de suministro a nivel mundial, el informe desarrollado por la UNCTAD asegura que la guerra está complicando las incertidumbres de las rutas comerciales al tener un impacto negativo en la capacidad mundial de carga aérea. Los precios de la carga aérea también están aumentando a medida que los transportistas se ven obligados a tomar rutas más largas y gastar más dinero en combustible. Si bien el espacio aéreo ruso está cerrado a 36 países y viceversa, algunas empresas de transporte actualmente recomiendan no reservar envíos terrestres entre Asia y Europa.
El informe de la ONU asegura que el pasado año China trasladó por ferrocarril a Europa más de 1,5 millones de contenedores marítimos de carga. Si ese volumen se agrega ahora al transporte marítimo eso aumentaría la ya saturada vía por mar en más de un 5-8%. El comercio marítimo ya estaba sobrecargado y saturado de forma que resultará difícil reemplazar rápidamente las rutas aéreas y terrestres que de repente se han convertido en inviables.
El pasado año China trasladó por ferrocarril a Europa más de 1,5 millones de contenedores de carga que ahora podrían aumentar en un 8% la ya saturada vía marítima
El informe pintó un panorama sombrío: “Los resultados confirman un rápido empeoramiento de las perspectivas para la economía mundial, respaldado por el aumento de los precios de los alimentos, los combustibles y los fertilizantes, la mayor volatilidad financiera, la desinversión en desarrollo sostenible, las complejas reconfiguraciones de la cadena de suministro mundial y el aumento de los costos comerciales”.
Y dado que el dinero ha estado fluyendo de los países emergentes a refugios seguros, la caída de esas monedas de los mercados emergentes agregaría petróleo a la llama de la inflación al aumentar el costo de los alimentos y combustibles importados. Según la UNCTAD, es probable que los precios al consumidor aumenten en estos países en un 7,5% en comparación con el 1,5% de la media mundial.
