Carmen Cabanillas y Leonor Torres son las cabezas visibles de Astic, liderazgo que asumieron hace ahora dos años. Su objetivo, “apoyar al Cuerpo y acelerar la transformación de la Administración, porque conocemos la tecnología y a los organismos públicos, y creemos que podemos aportar valor”.
Desde su llegada a la Junta Directiva de Astic, Carmen Cabanillas y Leonor Torres han querido estimular la estrategia de la asociación, “reuniéndonos con representantes de las Subdirecciones para ver qué podíamos aportar, con Secretarios de Estado, altos cargos y subsecretarios tanto TIC como no TIC, además de con el INAP (Instituto Nacional de Administración Pública), muy importante para nosotros porque es el que asume la formación de los empleados públicos; también con la Agencia Española de Protección de Datos. Queda conversar con los Partidos Políticos para conocer sus programas en transformación digital”.
Pero el caballo de batalla que marcan ambas representantes “es que no estamos en las mesas adecuadas, cuando se diseña la transformación digital estamos muy abajo y nos llegan muchas veces ideas prefijadas difíciles de modificar”, apunta Carmen Cabanillas. En la misma línea se pronuncia Leonor Torres: “Las unidades TIC tienen más carga de trabajo y necesitan mayor representación en todas las Administraciones, se trata de controlar los proyectos, su ejecución, normativas…”.
Hay que cambiar la influencia que las TIC tienen en la Administración y reestructurar los perfiles que hoy existen
Carmen Cabanillas y Leonor Torres fueron elegidas presidenta y vicepresidenta de Astic en plena pandemia, en junio de 2020. Desde entonces “hemos intentado mantener la asociación viva y que se cuente con nosotros para transformar la Administración”.
El cambio que ha provocado la covid afecta en la gestión de los recursos humanos. Mencionan al respecto la necesidad de abordar la flexibilidad laboral y que el teletrabajo se vea como una herramienta de motivación, “que ya utilizan las empresas, por lo que nos podemos quedar sin técnicos, y si la Administración Pública no se da cuenta de que esa herramienta es necesaria para captar y retener el talento, tendremos un problema”. Pero tienen claro que también hay detractores, gente que quiere el presencialismo. A todo ello suman que la edad media es muy alta en la Administración -de unos 55 o 57 años- y que no ha habido una política de reposicionamiento de nuevas generaciones.
Incluso ante la llegada de los fondos europeos, afirman “que no ayudan mucho al colectivo porque son una losa más, faltan recursos humanos que los acompañen y se superponen al trabajo que ya tenemos, no está planificada esta nueva carga”. Leonor Torres lo especifica aún más: “Es muy interesante poder acometer nuevos proyectos e innovar, pero hace falta personal que nos ayude y realice ese diseño y esa gestión”.
“Es imposible innovar con la carga de trabajo de nuestros compañeros, con sobrevivir ya es suficiente”, apostilla Carmen Cabanillas.
La conclusión sobre este punto es que “hay que rediseñar los departamentos TIC y la influencia que tienen en la organización, y reestructurar los perfiles que hoy existen”. Con la salvedad, como quieren subrayar, de “que la gente sí está capacitada, aunque es muy poca para todo lo que se demanda, sobre todo en comparación con otros colectivos”. Carmen Cabanillas entiende que “se habla de la transformación de la Administración basada en incorporar proyectos, pero no se está haciendo una transformación cultural ni del tipo de puestos”.
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Un problema social
Sin embargo, la situación no es idéntica para todas las Administraciones, la local es más ágil y más joven, “los ayuntamientos más grandes tienen problemas parecidos”. El objetivo es que la apuesta por incorporar más talento se vaya materializando, algo que se observa más en la Administración Local, donde se va más por ese camino: “Los requisitos han cambiado, no es un problema solo de la Administración, es de la sociedad”. Un problema que trasladan a la empresa, “porque no tienen suficientes efectivos y carecen de la capacidad suficiente para optar a concursos cuando presentamos muchos pliegos simultáneamente”.
Es imposible innovar con la carga de trabajo de nuestros compañeros, con sobrevivir ya es suficiente
Carmen Cabanillas explica que en la AGE hay un plan de digitalización basado en el puesto de trabajo digital, acompañado de normativas que permitan realizar ese trabajo de forma más flexible, RPA, inteligencia artificial, ciberseguridad, gobierno del dato… “las líneas estratégicas están bien marcadas y definidas”. Menciona a su vez la apuesta por llevar las aplicaciones al móvil.
Las directivas de Astic tampoco dejan de lado la nube. El ejemplo es la Red SARA (Sistemas de Aplicaciones y Redes para las Administraciones), una nube propia que marca una tendencia de la Administración hacia entornos multinube con el requisito de que estén en el entorno europeo. “Se trabaja en esta línea y se incorpora la nube a muchísimos proyectos, aunque la AGE es más conservadora con los datos críticos”, asegura Carmen Cabanillas.
Otro caso son los acuerdos con proveedores externos, condicionados al cumplimiento del Esquema Nacional de Seguridad de Nivel Alto, “que lo cumplen prácticamente todos los proveedores de nube”.
Mayor agilidad
La administración electrónica suele ser diana de las críticas por su poca agilidad. “Estamos en escucha activa, otra cosa es disponer de medios humanos para rectificar en diseños, usabilidad, accesibilidad…”. Leonor Torres aclara que “la simplificación y racionalización de los procedimientos es una línea estratégica fijada en el plan de la Administración”. Por eso, “insistimos en que si participa el TIC desde el inicio, cuando se crea la idea, es mucho más fácil que si llega cuando se ha publicado en el BOE, ahí tenemos mucho menos margen de actuación”, añade Carmen Cabanillas. La solución es abordar “un cambio de pensamiento y un cambio de cultura”.
Otras de las demandas que sugiere Astic es incorporar más talento femenino, “todavía seguimos infrarrepresentadas (es uno de los pocos cuerpos que está sobre el 30%, y en puestos directivos más abajo); e intervenir en los temas de contratación, ya que la Ley de Contratos no está pensada para los sistemas informáticos”. Leonor Torres agrega que, como ejemplo, “la nube es muy ágil, pero cuando se mete en un contrato pasa a ser rígida”.
Como último apunte quieren destacar el papel de PreparaTIC, un grupo que sirve de apoyo y asesoramiento al colectivo preparando la oposición del Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información de la Administración del Estado. “Es totalmente gratuito, aporta documentación y consejos sobre los exámenes para nuestro perfil tecnológico”.