En 2022, el mercado de las TIC ha sufrido una gran transformación, tanto en la adopción y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, como en sus modelos de provisión y en la dinámica de relación entre proveedores, socios y clientes.
Tras la pandemia, en la que todo el mercado se lanzó a la digitalización, en 2022 la práctica totalidad de las organizaciones ya había iniciado su viaje de transformación digital y los clientes nos empezaron a demandar apoyo para sortear la gran complejidad debida a la proliferación de múltiples dispositivos, plataformas y soluciones, para adoptar las TI con un enfoque más claro de eficiencia y negocio.
Y es que, a pesar de los avances en tecnologías como el cloud o la IA, es ahora cuando las empresas empiezan a desplegarlas de forma masiva en el corazón de sus negocios y a escalarlas a los grandes volúmenes de datos y a los entornos de misión crítica. Se trata de un proceso complejo que debe llevarse a cabo con eficiencia y con seguridad, y al que se suman una coyuntura geopolítica diferente y la creciente preocupación con la sostenibilidad.
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Nuevas dinámicas de innovación
En 2022 quedó claro que no existe una solución tecnológica universal y que hay que buscar la mejor combinación de productos, plataformas y servicios para cada caso y necesidad. Esto ha hecho que el mercado valore la independencia de los proveedores de servicios TI y su capacidad para establecer unos ecosistemas sólidos de alianzas.
Los proveedores también hemos alineado nuestra oferta con aquellos ámbitos en el despliegue de las TIC que más valor y mayores retos representan para las empresas, como el camino a la nube, la modernización de sus sistemas core, la ciberseguridad, el manejo de sus redes y del edge, la gestión del dato y la IA o el puesto de trabajo digital.
Solo los productos y servicios que logren ser relevantes para el consumidor final o el empresarial serán adoptados y consumidos por conveniencia
En 2022 también se empezó a perfilar un nuevo modelo de relación entre los clientes, partners y proveedores. Se plantearon nuevas dinámicas de co-creación para buscar soluciones creativas a problemas concretos, con el apoyo de unas plataformas accesibles con mejores prácticas de diversos entornos industriales. Los propios proveedores estamos transformando nuestra cultura y procesos con foco en el delivery.
El avance imparable de la digitalización
Durante el año, la digitalización ha seguido avanzando imparable en empresas de todos los tamaños y sectores, y en la Administración. Al escalado de cargas de misión crítica a la nube se han sumado el impulso a la cultura de los datos y la aplicación masiva de la IA a grandes volúmenes de información para la detección de patrones, la mejora de las decisiones y la acción proactiva. En ciberseguridad, se ha empezado a poner el foco en la tan importante fase de recuperación, en la gestión global del ciclo de vida de los ciberataques y en la ciberresiliencia. Se ha avanzado en la digitalización del puesto de trabajo, en los proyectos de smart cities que ahora buscan integrar diferentes aplicaciones sobre una plataforma común, y en la sostenibilidad. Esperamos que todos estos avances en ámbitos clave para la transformación digital se consoliden en los próximos meses y años.
Históricamente, en los entornos de crisis y complejidad la brecha entre vencedores y vencidos ha crecido. En esta ocasión sucederá igual y la tecnología será una pieza clave para que las compañías naveguen con éxito en este escenario cambiante.
El mercado experimenta un cambio disruptivo bajo el paradigma de la relevancia, la conveniencia y la fugacidad. Lo digital no se puede imponer y solo los productos, procesos y servicios que logren ser relevantes para el consumidor final o el empresarial, serán adoptados y consumidos por conveniencia, hasta que pierdan su utilidad.
Este nuevo paradigma supone un reto para las empresas y las aboga a un continuo proceso de ideación, iteración y puesta en producción, en el que se necesita el apoyo de las TIC. La pandemia demostró que las TI tienen un movimiento anticíclico, por lo que hoy es más importante que nunca invertir en la tecnología que haga de palanca en la diferenciación y el éxito empresarial.
