La pasada edición del CES dejó claro el protagonismo, cada vez más notorio, que tendrán los Ultrabooks en el mercado de la informática. Según Intel, el 40% de usuarios de portátiles tienen pensado adquirir un portátil ultraligero de aquí a final de año. El problema, por el momento, es que son caros (se acerca en algunos casos a los 1.000 euros), las memorias SSD no tienen mucha capacidad y Windows 7 no llega a sacar todo el potencial al hardware. El precio sigue siendo un factor decisivo a la hora de elegir el producto.
El informe Context evidencia que actualmente estos equipos son demasiado caros como para conseguir un impacto notorio en el mercado. Tomando datos del último trimestre de 2011, el precio medio de venta a distribución de un portátil ultraligero ronda los 670 euros, mientras que el de los portátiles tradicionales está en unos 410 euros y el de los netbooks alrededor de 200 euros.
“El lanzamiento de los Ultrabooks se ha realizado en un momento en el que el mercado se caracteriza por restricciones económicas y un poder adquisitivo de los usuarios muy mermado”, ha señalado Marie Christine Pygott, de Context, quien también indica que, “con los precios de los portátiles tradicionales cayendo año tras año, los consumidores que compran portátiles en lugar de tabletas lo seguirán haciendo, priorizando el factor precio a otros factores menos decisivos como el peso o la autonomía de la batería”.
Los analistas de Context esperan una bajada de precios de los ultrabooks a lo largo del año, más aún con la inminente llegada de la próxima generación de la plataforma Ivy Bridge de Intel. Así mismo, se espera que la competencia de ofertas economice este tipo de equipos. Empujarán la bajada de PVP movimientos como el de AMD, que presentó su gama Ultrathin en la última edición del CES. Cierta información no confirmada asegura que esta plataforma saldrán a la venta el próximo junio y pondrá los ultraligeros que la integren en 500 euros.
“Cuando la competencia golpee el mercado y los precios caigan, se espera que las ventas de Ultrabooks aumenten”, añade Pygott, quien ha matizado que “mientras los precios se mantengan por encima de, por ejemplo, un iPad, los consumidores optaran por hacerse con la tableta de Apple o un portátil tradicional, sobre todo si el presupuesto está ajustado”.
