Que las plataformas cloud aportan agilidad, flexibilidad, cómputo y acceso a nuevas tecnologías son conceptos indiscutibles, pero que a su vez nos generan nuevos retos y complejidades es igual de cierto.
Y uno de estos nuevos retos es ser capaz de gestionar y sacar todo el partido a las distintas nubes públicas y privadas. En resumen, ser capaz de aprovecharnos de las opciones del concepto multicloud. Pero vayamos un paso más atrás y aclaremos el concepto. ¿Qué es multicloud? Pues multicloud es la combinación de servicios en la nube de distintos proveedores, tanto en la nube pública como en la nube privada, que pueden estar o no integrados entre sí mismos.
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La gran mayoría de empresas y organismos a día de hoy ya operan en múltiples clouds, de hecho, distintos informes indican que en la actualidad al menos tres de cada cuatro empresas ya trabajan en dos o más nubes, tanto públicas como privadas. ¿Quiere esto decir que se estén aprovechando de las ventajas del multicloud? No necesariamente, disponer de cargas en múltiples clouds no es equivalente a tener una estrategia multicloud, sino que es habitual que debido a la evolución de los distintos departamentos o incluso por la evolución de los términos y condiciones de los acuerdos de los distintos proveedores, nos encontramos en la situación en la que de forma intencionada o accidental dispongamos de distintas soluciones cloud en nuestro entorno.