Un estudio de Netskope confirma que los atacantes están encontrando nuevas formas de evadir la detección y camuflarse con el tráfico de red normal, utilizando HTTP y HTTPS para distribuir malware. Así, en su último Informe sobre Nube y Amenazas: Global Cloud and Web Malware Trends, Netskope identificó que, en promedio, cinco de cada 1.000 usuarios empresariales intentaron descargar malware en el primer trimestre de 2023, y las nuevas familias y variantes de malware representaron el 72% de dichas descargas.
En la investigación, Netskope descubrió que casi el 10% de todas las descargas de malware en el primer trimestre fueron referidas desde motores de búsqueda. Estas descargas se produjeron principalmente a partir de vacíos de datos en buscadores, o combinaciones de términos de búsqueda que tienen muy pocos resultados, lo que significa que cualquier contenido que coincida con esos términos es probable que aparezca muy arriba en los resultados de búsqueda. Esto representa solo una de las muchas técnicas de ingeniería social que los atacantes están acelerando.
La ingeniería social en su conjunto sigue dominando como método principal de infiltración de malware, con atacantes que abusan de los motores de búsqueda, pero también del correo electrónico, las aplicaciones de colaboración y las de chat para engañar a sus víctimas. Los troyanos representaron el 60% de las descargas de malware en los tres primeros meses del año, mientras que las descargas de phishing supusieron el 13%.
Principales canales de comunicación de los atacantes
Por primera vez en su informe trimestral sobre Nube y Amenazas, Netskope ha analizado los canales de comunicación de los atacantes. Los investigadores descubrieron que, para eludir sistemáticamente la detección, los delincuentes utilizan HTTP y HTTPS a través de los puertos 80 y 443 como su principal canal de comunicación. De hecho, de los nuevos ejecutables de malware examinados por Netskope que se comunicaban con hosts externos, el 85% lo hacía a través del puerto 80 (HTTP) y el 67% a través del puerto 443 (HTTPS). Este enfoque permite a los atacantes pasar fácilmente desapercibidos y mezclarse con la abundancia de tráfico HTTP y HTTPS que ya existe en la red.
Además, para evitar los controles de seguridad basados en DNS, algunas muestras de malware sortean las búsquedas DNS y, en su lugar, llegan directamente a hosts remotos utilizando sus direcciones IP. En el primer trimestre de 2023, la mayoría de las muestras de malware que iniciaron comunicaciones externas lo hicieron utilizando una combinación de direcciones IP y nombres de host, con un 61% comunicándose directamente como mínimo, con una dirección IP y un 91% con al menos un host a través de una búsqueda DNS.
“La tarea prioritaria para los atacantes es encontrar nuevas formas de cubrir sus huellas a medida que las empresas dedican más recursos a la detección de amenazas, pero estos resultados reflejan lo sencillo que sigue siendo para ellos hacerlo a plena vista”, afirma Ray Canzanese, Director de Investigación de Amenazas, Netskope Threat Labs. “A medida que los atacantes gravitan hacia los servicios en la nube utilizados mayoritariamente en la empresa y aprovechan los canales populares para comunicarse, la mitigación del riesgo interfuncional es más necesaria que nunca”.
Tendencias globales de malware web y en la nube
Otros hallazgos notables descubiertos por el equipo de investigación de Netskope incluyen:
- El 55% de las descargas de malware HTTP/HTTPS proceden de aplicaciones en la nube, frente al 35% del mismo periodo del año anterior. El principal impulsor de este aumento es un incremento de las descargas de malware desde las aplicaciones en la nube más notorias entre las empresas, con Microsoft OneDrive como la aplicación empresarial más popular por un amplio margen.
- El número de aplicaciones con descargas de malware también siguió aumentando, alcanzando un máximo de 261 apps distintas en el primer trimestre de 2023.
- Solo una pequeña parte del total de descargas de malware web se realizaron a través de categorías web tradicionalmente consideradas de riesgo. En su lugar, las descargas se reparten entre una amplia variedad de sitios, siendo los servidores de contenidos (CDN) los responsables de la mayor parte, con un 7,7%.