Según los datos del informe Reina 2000, el gasto en Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) de la Administración en 1999 ascendió a 109.680 millones de pesetas, lo que representa un crecimiento del 5,5 por ciento en relación con la cantidad destinada durante el ejercicio precedente, que fue de 103.940 millones y que supuso un crecimiento del 31 por ciento en relación con los 78.759 millones que había gastado en 1997. Desde esa perspectiva, la reducción en el gasto es drástica, pero afortunadamente pasajera, ya que aunque en el 2000 esa cifra se haya incrementado en el mismo orden de magnitud que en el 99, el esfuerzo a partir de este año y hasta el 2003 va a ser importante gracias al Plan Info XXI del que hablaremos más adelante.
Del gasto efectuado por la Administración, según los últimos datos disponibles, el equipamiento se llevó la mayor parte (36.350 millones), junto con el apartado del personal. Entre ambas partidas suponen el 66 por ciento del gasto total de la Administración del año 1999. La contratación de servicios supuso una inversión de 24.992 millones de pesetas, o lo que es lo mismo, el 23 por ciento del gasto. Finalmente, el software ocupó un 9 por ciento del gasto total, confirmando que el software no es precisamente la partida más cara de una implantación.
La gran demanda de especialistas en Tecnologías de la Información que se produce en toda la sociedad española fue ratificada por la Administración dedicando a la contratación de profesionales el 33 por ciento de sus presupuestos. En concreto, fueron un total de 11.817 profesionales los que desempeñaron su actividad en el área de informática de la Administración. Explotación, con un 44 por ciento, y Desarrollo, con el 36 por ciento, fueron los segmentos que mayor tasas de empleo generaron
En cuanto a la tasa de informatización de nuestra Administración, podemos afirmar que aún queda mucho por hacer, ya que en el año de referencia la media era de 48 terminales por cada 100 empleados. En cuanto al acceso a Internet, imprescindible como primer paso hacia la ventanilla única, los líderes fueron los ministerios de Sanidad y Consumo, que tiene 14.000 puesto conectados a la Red, Fomento y Trabajo (6.400) y Asuntos Sociales (6000) y el farolillo rojo fue el Ministerio de Defensa, que en el 99 sólo disponía de 43 puestos con acceso a Internet.
Si contemplamos el esfuerzo económico realizado, los más esforzados fueron los ministerios de Trabajo y Asuntos Sociales, y Economía y Hacienda, lo cual es lógico ya que ambos necesitan de las herramientas informáticas para el correcto desempeño de sus funciones. A considerable distancia se situaron Fomento, Sanidad y Consumo, Interior o Defensa. Fueron Asuntos Exteriores y Presidencia los que menor gasto produjeron en materia tecnológica, ya que en ninguno de los dos casos sobrepasaron los 1.300 millones de pesetas. Dato éste que parece lógico si tenemos en cuenta que Exteriores tiene desde hace bastante tiempo un buen grado de informatización que abarca además una red mundial que une las embajadas y consulados repartidos por todo el mundo. Y en el caso de Presidencia de Gobierno ya hace tiempo también que cuentan con un nivel de informatización suficiente para el desempeño de sus funciones.
Las compañías que más vendieron a la Administración, según el último informe Reina, fueron Informática El Corte Inglés, que facturó a la Administración cerca de 7.000 millones de pesetas; IBM, que logró vender al Estado prácticamente 6.500 millones de pesetas, y Bull, que situó su cifra de negocio con la Administración en 5.652 millones de pesetas. Además de los citados, hubo otros muchos proveedores de entre los que destacan Hewlett-Packard, Fujitsu-ICL, Dell o Unisys.
Pero el verdadero gasto está por venir, o al menos así parece, ya que el Plan Info XXI representa la iniciativa más ambiciosa para la modernización tecnológica del país, y muy especialmente de la Administración, que utilizará una parte sustancial (el 72 por ciento) de los 825.000 millones de pesetas previstos para llevar a buen puerto la Administración electrónica.
El plan cuenta con un conjunto de 322 iniciativas dirigidas a impulsar el desarrollo de la Sociedad de la Información en España. Fiel a los objetivos marcados en la propuesta e-Europe, aprobada en marzo de 2000 en Lisboa por los máximos mandatarios europeos, el nuevo plan manejará un presupuesto que será aportado tanto por las distintas administraciones (central, autonómica y local) del Estado como por la iniciativa privada.
Serán 600.000 millones de pesetas los que se destinarán a modernizar la estructura administrativa del Estado, mientras que los 225.000 millones de pesetas restantes se dirigirán a acometer proyectos específicos para la modernización tecnológica del tejido empresarial y de los entornos domésticos. Como medidas esenciales, el nuevo plan persigue que, en 2003, todos los españoles tengan acceso a la Red; su propia dirección de correo electrónico a la que podrán acceder desde cualquier oficina postal y un carnet de identidad electrónico; así como la posibilidad de realizar compras, pedir cita con el médico o hacer la declaración de Hacienda.
Por lo que se refiere a la Administración, una de las tres premisas sobre las que se apoya el Plan de Acción Info XXI hace expresa referencia a facilitar la interactividad entre Administración y ciudadanos, desarrollando la Administración electrónica a través de la Red. Asimismo, se pretende mejorar la calidad de la información ofrecida desde la Administración y generalizar la tramitación de procedimientos administrativos con garantías de seguridad.
En concreto, las acciones que el Plan denomina emblemáticas, hacen referencia a aspectos como llevar Internet a la enseñanza, para lo cual se van a invertir 11.700 millones de pesetas. También se reforzará la Red Iris que une centros de investigación, y se promete una Internet 2 en nuestro país. La formación en Tecnologías de la Información también recibe una buena inversión de más de 8.000 millones, con el fin de paliar en lo posible la escasez de personal cualificado en TIC.
