Si en el ejercicio 2000, y segn los datos de Sedisi, las ventas indirectas realizadas en el seno del mercado informtico espaol generaron 401.244 millones de pesetas (2.410 millones de euros), lo que supuso un crecimiento cercano al 20 por ciento en relacin con la cifra obtenida a lo largo del ejercicio previo, parece que tal porcentaje de incremento no se reproducir en 2001. Y es que a falta de datos definitivos en torno a la contribucin de las empresas que conforman el canal informtico en Espaa en 2001, todo apunta a que ser imposible alcanzar los dos dgitos de crecimiento. Ms bien los analistas del sector estiman el desarrollo del sector en escasos puntos porcentuales, siendo los ms optimistas los que aseguran que podra llegar al 5 por ciento. Compaas como Tech Data e Ingram Micro, que se reparten prcticamente el 50 por ciento del mercado espaol de la distribucin, aseguran que el crecimiento de este segmento en 2001 podra situarse entre el 3 y el 5 por ciento. De materializarse finalmente esta previsin, el valor generado por el canal informtico espaol se habra situado, al cierre del ejercicio 2001, en el entorno de los 2.524 millones de euros (420.000 millones de pesetas).
En relacin con la cifra de negocio obtenida en 2000 por el sector informtico espaol (2,5 billones de pesetas), la industria de la distribucin gener el 29,2 por ciento del valor neto del mercado interior, lo que supuso que prcticamente un tercio de las ventas del sector al usuario final se realizaron por va indirecta. Tal cifra signific igualmente el 0,36 por ciento del Producto Interior Bruto (P.I.B.) nacional.
Adems de los efectos de la desaceleracin, los expertos barajan como principal causa de este estancamiento del crecimiento factores en la saturacin de ciertos segmentos (PCs, telefona mvil…), lo que ha fomentado la contraccin de la demanda tanto de productos como de servicios informticos. Tampoco hay que olvidar que durante los ltimos aos, el crecimiento de las ventas de informtica se haba colocado a unos niveles realmente exagerados, por cuanto se considera lgico que tal ritmo sufra una cada y se establezca en ratios menos llamativos.
Desaceleracin econmica, retraccin de la demanda, frenazo a la inversin o crecimientos notoriamente ms moderados de los conseguidos en ejercicios previos han sido las definiciones que han corrido por el sector de las Tecnologas de la Informacin y las Comunicaciones (TIC) a lo largo de la totalidad del ejercicio 2001 para describir el momento por el que atravesaba la industria de fabricacin y distribucin de productos tecnolgicos. Y es que si bien en el ao 2000 se vivi la gran explosin de las dotcom, un negocio aparentemente redondo en el que ninguna empresa competitiva poda quedar al margen, slo tuvo que llegar el final del ao para ver como el gran fenmeno se desinflaba a igual velocidad que se haba desarrollado. A pesar de que a lo largo del ao 2000, las ventas de los fabricantes de tecnologa (PCs, servidores, conectividad, semiconductores, software…) se multiplicaban, tal positiva tendencia no iba a perdurar en el tiempo, ya que enseguida la demanda sufra un fuerte retroceso, y se empezaban a detectar las consecuencias de la saturacin en algunos segmentos del mercado, fundamentalmente el del ordenador personal (PC) y el mvil. Pero no slo eso, puesto que tambin asistimos a toda una epidemia de despidos masivos que se iban sucediendo en el seno de las compaas de tecnologa y a una fuerte reduccin de ingresos y beneficios en comparacin con ejercicios previos.
Ahora, ya en 2002, y con la perspectiva de haber dejado atrs un mal ao econmico, parece que las autoridades monetarias norteamericanas han empezado a ver luz al final del tnel.
En el mbito concreto de los mayoristas y distribuidores de informtica, la caracterstica ms notoria del pasado ejercicio ha sido que se ha producido un profundo cambio en la percepcin del canal de distribucin. Y es que ahora los proveedores y mayoristas son reconocidos como estrechos colaboradores o socios de valor, alejndose los segundos del tradicional papel de simples suministradores de cajas o equipos, que durante aos se les atribuy a algunos de ellos.
Parece que a lo largo del pasado ao, la balanza en el mundo de la distribucin se inclin claramente hacia el valor aadido, un concepto del que los fabricantes hablan desde hace aos como la nica alternativa para la supervivencia del canal. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando esta aspiracin se ha convertido en una realidad gracias al esfuerzo de todas las partes (fabricantes, distribuidores y mayoristas), que no han reparado en recursos a la hora de afrontar la puesta en marcha de programas de formacin y certificacin de cara a mejorar entre todos el desarrollo del trabajo cotidiano.
En definitiva, en el duro ao que acabamos de despedir se ha asistido a la desaparicin de la figura del mayorista y del distribuidor tradicional. Los servicios y la especializacin han marcado una serie de nuevas pautas que han obligado a los agentes del canal a evolucionar para no caer en la obsolescencia.
La configuracin a medida, la entrega a domicilio, el soporte pre y postventa o la asesora aportan mrgenes ms amplios que la pura venta del hardware y el software, por cuanto cada vez son ms los que se introducen en este nuevo negocio. Por otra parte, la identificacin de nuevos mercados con demanda en crecimiento tales como el ASP, la seguridad o el almacenamiento, han creado un nuevo nicho de cara a ampliar las oportunidades de negocio del canal.
En el mundo de la distribucin 2001 ha sido el ao en que la experiencia de dejar en manos de los mayoristas el ensamblaje de equipos puesta en marcha por diferentes proveedores de distintas marcas a lo largo de aos previos se ha revelado insuficiente. Un modelo que, concretamente en el mercado espaol, obtuvo resultados muy desiguales y que no se dio el pasado ao. Baste como ejemplo, el fin del acuerdo que IBM mantena con Investrnica para el ensamblaje de los equipos Activa.