Los 5 riesgos de retrasar el salto a la nube

Por Juan Miró, Sales Manager de Infor España.

Publicado el 13 Feb 2015

Juan Miró

El discurso sobre los despliegues cloud suele acabar con una advertencia: que veamos todas las soluciones de software alojadas en la nube es solo una cuestión de tiempo. Cuánto tiempo necesitaremos para ver esto es la parte difícil de predecir, lo que sume a algunas empresas en la incertidumbre. Sin embargo, todo parece indicar que el momento para dar el salto a la nube ha llegado. A nadie se le escapan ya las ventajas económicas que ofrecen las soluciones en la nube frente a las implementaciones locales. Un estudio de IDC mostró, por ejemplo, que las soluciones en la nube ofrecen un período medio de retorno de 7,1 meses y un ROI en 5 años del 626 %, un nivel que muy pocas inversiones pueden igualar.

Con esta clase de beneficios económicos sobre la mesa, las actitudes hacia la nube están cambiando rápidamente. De hablar de los peligros de la nube hemos pasado a hablar de los riesgos que supone no dar el salto. Estos riesgos no son para nada triviales. Veamos el impacto potencial de mantenerse atado a las implantaciones propietarias:

1.- Los costes de funcionamiento del hardware. Un centro de datos –cuya construcción puede haber costado millones de euros- consume todavía más millones cada año para su mantenimiento, actualización, electricidad, refrigeración, administración, etc. La falacia de los costes hundidos (aquellos costes en los que ya hemos incurrido) seduce aún a algunos directivos para seguir malgastando dinero. Cortar el cordón umbilical con los costosos centros de datos puede ser una decisión dolorosa pero, en muchos casos, el dinero que se dedica a su mantenimiento puede utilizarse de forma mucho más productiva.

2.- Respuesta lenta ante los imprevistos. En un mundo de comunicaciones instantáneas y mercados virales, la capacidad para responder rápidamente a los eventos imprevistos es esencial. Los nuevos competidores pueden florecer de un día para otro, trastocar las industrias existentes y ganar una impresionante cuota de mercado en tan solo unos meses. Un sorprendente porcentaje de las empresas de más rápido crecimiento eligen soluciones cloud para estructurar, expandir y ampliar sus operaciones rápidamente, tomando posiciones en el mercado antes de que sus lentos competidores puedan ni siquiera responder. Marcas como PinterestTM, Foursquare®, EtsyTM y YelpTM crecieron en cuestión de meses, y todas ellas construyeron su negocio en la nube. El valor empresarial que ofrece la nube para crecer con rapidez es difícil de ignorar.

3.- Barrera a fusiones y adquisiciones que pueden ser beneficiosas para la empresa. En un entorno en el que una fusión puede cerrarse en un abrir y cerrar de ojos, un creciente número de organizaciones se ven obligadas a manejar los desafíos que plantean los procesos de consolidación. Los retos ligados a la integración del hardware, el software y las infraestructuras que posee cada organización son especialmente complicados. En este sentido, la nube puede ofrecer una vía segura, eficiente y económica para evitar estos trastornos y construir sin problemas la nueva organización.

4.- Insuficiente preparación ante desastres. A todos nos gusta pensar que nunca nos pasará a nosotros, pero, para muchas organizaciones con centros de datos propios, tan solo un incendio o una inundación pueden bastar para provocar un desastre irreversible para el negocio. Las copias de respaldo ayudan, pero son solo una parte de la protección que proporciona un proveedor de servicios cloud. De forma similar al problema de seguridad descrito, los proveedores de hosting en la nube ofrecen capacidades de recuperación y tolerancia ante fallos que la mayoría de empresas, simplemente, no podrían permitirse por sí solas. Incluso si un sistema falla, el proveedor cloud generalmente puede restaurar el servicio rápidamente en otra ubicación para garantizar la continuidad. Pocas empresas pueden permitirse mantener una infraestructura TI con este nivel de redundancia.

5.- Rezagarse en el camino hacia la sostenibilidad. La presión que reciben las organizaciones para reducir su huella medioambiental está creciendo, y cada vez será más difícil para las empresas justificar la demanda de calefacción, refrigeración, espacio, etc., en sus centros de datos cuando existe la posibilidad de llevar fácilmente sus soluciones a la nube. Las empresas alojadas en la nube pueden optimizar el consumo de recursos gracias a la virtualización a gran escala, y después reducir el impacto aún más al facilitar el acceso a cientos de clientes. Pasar de las soluciones propietarias a la nube es una forma rápida de ahorrar dinero, al mismo tiempo que contribuye muy positivamente a la sostenibilidad medioambiental.

Si ninguna de estas razones le ha convencido, aún le queda una muy poderosa: los costes. El software en la nube reemplaza normalmente una gran variedad de costes directos e indirectos, utilizando un modelo de pago por suscripción. Aunque los costes directos puedan parecer equiparables en principio, los ahorros reales a largo plazo surgen sobre todo al tener en cuenta los costes indirectos. Así, por ejemplo, la nube elimina no solo la inversión inicial en licencias sino que incluye en la cuota de suscripción tanto el mantenimiento como la actualización. Si no quiere quedarse irremediablemente atrás, salte a la nube cuanto antes.

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Redacción Computing

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